Profecías Repentinas

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En medio de la noche, el Sahara que es conocido como el Desierto más seco y caliente del mundo en la actualidad. Una figura encapuchada caminaba sin importarle el cansancio o el frío que puede hacer en las noches del lugar. La figura que de lejos se notaba era femenina trataba de retomar su paso tras beber lo último de agua que le quedaba tras ver que había un Oasis cerca donde podría descansar y llenar su cantimplora con agua fresca y no la que ha llevado los últimos días.

Si bien el Oasis no era la gran cosa, para ella era suficiente para tomar un descanso luego de días de correr y no descansar. El sueño le ganaba pero sabía que de quedarse dormida estaba acabada... ellos la siguen de cerca y no puede evitar pensar que lo que pasó en los últimos meses ha hecho que ellos actúen con más prisa de la esperada.

-Debí imaginar algo así, fui una tonta al no verlo. – La chica se quitó la capucha que cubría su rostro para protegerla de la luz solar. Su piel bronceada, ojos verdes oscuros y cabello marrón oscuro eran comunes en su familia. Sabía que su hermano la debe estar buscando... Sacudió la cabeza para alejar de su mente esa idea tentadora de volver y hacer que no pasó nada pero no... Sabe que de todos modos morirá si vuelve, de un modo u otro. – Todo por esta cosa... - La chica sacó la pequeña balanza que llevaba escondida en sus ropas... Estaba hecho de oro y se veía como una reliquia común pero no era así.

La chica introdujo su cantimplora en el pequeño pozo de agua para llenarla de agua fresca mientras que de sus ropas salía un pequeño ratón. El roedor optó por beber agua directamente de la fuente para saciar su sed ante la risa ligera de la joven. Ella por su parte optó por lavarse la cara y refrescarla un poco, no duda que tiene quemaduras por el mismo calor.

Tras ello, decidió que mientras descansa debe de leer lo que hay en ese papiro. Si bien la profecía que hay ahí es clara en ciertas cosas... hay cosas que debe analizar. Tomó el objeto y lo extendió para poder leer lo dicho ahí. El Egipcio antiguo era parte de lo que aprendió en su niñez de modo obligatorio. Puso a un lado la rabia que venía junto a esos recuerdos y se puso a leer, intentando descifrar lo que está escrito.

Obviamente, el Egipcio Antiguo no era sencillo de aprender y mucho menos de leer. Ella si bien lo sabe en su gran mayoría, hay símbolos que no conoce o que desconoce debido a que no son muy comunes en la escritura pero bastaba para lograr su meta.

-A ver... Cuando el sol llegue al punto donde la tierra no pueda escapar de su merced, una tormenta de llamas traerá consigo el resurgir del que obtuvo la bendición del Dios Ra así como su meta. – La chica suspiro a esas palabras. – Ya sé que es eso... habla de la tormenta solar que habrá de aquí a unos pocos días pero eso es más que nada obvio ¿Verdad Cheese? – el ratón asintió a las palabras de su amiga quien prosiguió. – Pero aún no entiendo esto de que la aparición del Profeta marcará la llegada del Atardecer Carmesí de esta era. No tiene lógica... ¿Qué profeta, qué atardecer? Estúpidos ancestros y su maña de poner todo en metáfora.

La chica se levantó tras leer lo que podía del papiro para luego mirar el cielo. Sabe que no puede huir para siempre de sus perseguidores, eso sería absurdo en todos los niveles posibles y sabe que debe pedir ayuda. Pero ninguna mitología externa se meterá en los asuntos Egipcios, más aún con lo que pasó con Rahab meses atrás aunque ese ser poco impacto dio en sus asuntos. Lo que si impactó fue saber que el grupo de Fay, su amiga, se haya visto involucrado y... sabe que sólo puede pedirle ayuda a ella... sólo a ella. Y si es posible, a los aliados de ella.

-Debo seguir, al menos para llegar a la zona dónde sé que nadie me molestará o detectaran mi magia. – tras ver que su amigo roedor estaba de nuevo en sus ropas, la chica emprendió nuevamente la caminata... no importa lo difícil que sea.

En Kuoh, en la residencia Hyoudo... Fay trataba de dormir pero varias cosas pasaban por su mente aunque ella no lo deseara. Palabras como: Desastre, Desesperación, Ruina, Dolor... Futuro. La rubia trataba de alejar esas palabras de su mente pero le era casi imposible hacerlo, no porque no pueda sino porque siente que no quiere.

Sekiryuutei SupremoWhere stories live. Discover now