Hermanos Mayores

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Aj estaba mirando a su oponente y lo que estaba planeando. Ya sabe que él crea bestias basadas en la mitología egipcia en base a la arena que hay en el lugar. Miró a sus lados, hay una gran cantidad de arena en el lugar por lo que... el tipo tiene recursos ilimitados.

Cuando empezaron a emerger de la arena esas esfinges que hasta hace poco la habían molestado en el laberinto tuvo unas ganas de gritar de la rabia y del colerón que le estaba a punto de dar. Cuando vio que unos seres muy similares a unos perros pero estos eran muy grandes... ¿Existían animales así en la mitología egipcia?

-Ok... en serio...Llevo más de 3 horas huyendo de animales de esa clase y me vienes a crear más para pelear conmigo. – La rubia habló con sarcasmo pero al mismo tiempo con fastidio. - ¿Por qué mejor no luchas conmigo cuerpo a cuerpo?

-No le veo lo conveniente en pelear contra ti en un área en la que te desenvuelves mejor. – Mahad camino a paso lento hasta al lado de las bestias que había creado. - ¿Iniciamos?

Uno de los perros fue hacia Aj quien al tener al animal cerca sólo le dio un golpe con tal fuerza que este se volvió arena de nuevo. Inmediatamente, la rubia dio un salto al costado para ponerse a la par de las esfinges que iban hacia ella.

Cargó fuego en sus manos y lanzó ráfagas de este hacia las bestias que a pesar de recibir el impacto en la cara... seguían avanzando, debió de suponer que esto no iba a ser tan sencillo. Lo notó más al ver que una de esas bestias caninas saltó hacia ella para morderla, por instinto alzó el brazo y este fue mordido con fuerza.

Aj sintió que los colmillos de esta cosa le estaban apretando los huesos y le iba a desagarrar el músculo. Con un giro, para aprovechar la fuerza de este, Aj mandó a volar a ese animal hacia otro que iba hacia ella para luego darle una patada hacia la esfinge que iba hacia ella desde atrás. Ese acto bastó para alejar a las bestias que estaban cerca de ella unos segundos porque decidieron replantear su plan de acción.

La chica sacó uno de los vendajes que tenía y se vendó el brazo lo mejor que pudo para detener la hemorragia, suerte que estas cosas no tienen veneno en sus mordidas. Aj al sentir en algo el cese del dolor se puso en guardia de nuevo. Mahad esta vez ordenó a la esfinge más grande, esa que tenía cabeza de carnero, a atacar.

La bestia hizo caso inmediato y fue contra la chica que se puso en guardia. Esperó y esperó lo que se le venía que sabía que era un ataque directo hacia su cuerpo, los cuernos de esa cosa deben de doler como los mil demonios. Esperó y esperó hasta tener las astas de esa cosa a su alcance para alzar ambas manos y así detener el avance del animal con fuerza bruta. Sus manos atraparon las astas del animal para luego usar fuerza y hacer que esta dé un giro y caiga de espaldas, sin ninguna posibilidad de que se mueva o se recupere debido a su tamaño y anatomía, Aj piso la cabeza del animal y con pura fuerza bruta le arrancó una de las astas para luego usar esta misma para clavársela en el ojo, matándolo de modo definitivo.

Mahad se mostró sorprendido al ver la muestra de fuerza de Aj y como mató a la bestia sin mucho remordimiento. Analizó a la muchacha y pudo notar que en un combate uno a uno era imposible derrotarla. Tanto sus bestias como él...

-Admito que subestime un poco tu fuerza. – Mahad se mostró algo molesto, no tomó mucho en cuenta la experiencia de la muchacha. – Me disculpo por eso.

-Je, mira... No es que me importe lo que digas o pienses de mí, ahora mismo somos enemigos ¿No? - Mahad sonrió a esas palabras para luego crear otra bestia idéntica a la que la chica mató. – Debe ser una broma.

Se vio rodeada de esas cosas nuevo, esta vez más que listas para atacar en conjunto que por separado. Deben aprovechar la ventaja numérica. Aj pateó y golpeó a esas bestias caninas que eran más persistentes que las otras, las esfinges eran obviamente las más fuertes pero eran la de menor número. ¿Acaso tiene un límite de lo que puede crear?

Sekiryuutei SupremoOn viuen les histories. Descobreix ara