CAPÍTULO 1

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POV Natalia

No podía parar.

Necesitaba dejar que la música tomase el control de mi cuerpo, que se llevase la furia contenida, que quitase importancia al agua salada que escocía en mis retinas.

"Cuando el mundo se te desmorone y duela, baila hasta que no puedas más"

Cerré los ojos con fuerza antes de acercarme al equipo de música y subir el volumen. No quería escuchar mis pensamientos, y mucho menos escuchar su voz en mi cabeza; así que volví a moverme frenéticamente hasta que tiempo después acabé completamente rendida en el suelo.

<< Un silencio casi mortal se hizo entre las dos. Me tomé el tiempo necesario para buscar respuestas en esos ojos aguados que se escondían detrás de sus grandes gafas de pasta.

Tenía que ser una puta broma.

— ¿Cómo que vas a vender la academia, Noemí? ¿Pero qué coño me estás contando?

Un suspiro se escapó de sus labios mientras apretaba mis manos entre las suyas.

— Natalia, no he dicho que la vaya a vender. Yo sigo y seguiré siendo la co-propietaria, pero...

— Pero vas a dejar la dirección en manos de un pez gordo que ni siquiera sabe cómo funcionamos aquí, ¿no?

— Natalia...

Ni siquiera su voz resquebrajándose fue suficiente para detener la avalancha de sentimientos que se agolpaban en mi garganta. Me levanté de golpe de la silla, dejando a la mujer que prácticamente me había visto crecer desolada tras su escritorio.

— Natalia, ni se te ocurra salir por esa puerta.

Me giré enfadada, intentando que su expresión me contara qué pieza del puzle se me escapaba; pero en vez de eso, solo encontré a una mujer rota que se estaba desmoronando ante mí.

Y yo no sabía cómo parar aquello.

— ¿Por qué? — Me atreví a romper las súplicas que me lanzaban sus ojos.

— No quiero que te vayas así.

— No. ¿Por qué lo has hecho?¿Por qué ahora? — Rodeé la mesa lentamente y me puse de cuclillas ante ella —. Ayúdame a entenderlo, porque de verdad que no lo hago... ¿Qué está pasando?

No iba a decírmelo. Lo supe en el preciso instante en el que sus dedos recorrieron mi mentón con dulzura. Pocas veces había visto a la gran y autoritaria Noemí Galera en este registro tan cercano, y ninguna de ellas había sido nada bueno.

— Me estoy haciendo mayor, Natalia. Me veo incapaz de seguir con el ritmo que he llevado hasta ahora: la dirección, las clases, la organización de las competiciones... Todo eso me ha llenado durante mucho tiempo, pero me he dado cuenta de que quiero que mi vida sea algo más que estas cuatro paredes. Algún día espero que lo comprendas.

Intentaba comprenderle, de verdad que lo hacía. Sin embargo, lo único en lo que se traducía en mi mente era en que nos abandonaba, y que yo no podía hacer nada para evitarlo.

— ¿Entonces te vas?

— Entonces me voy de la escuela. Y eso no significa que me vaya de vuestras vidas. Siempre estaré aquí para vosotros, lo sabes, ¿verdad? >>

"Siimri istiri iqi piri visitriiiis"

¡Y una mierda!  

Me levanté de un salto queriendo apartar de mi mente la conversación que había mantenido hace unas horas con mi mentora. Tenía que ducharme y cambiarme rápido si pretendía estar un poco decente para la comida en la que iban a presentarnos formalmente al nuevo director, aunque tampoco es que me importase demasiado la impresión que podía causarle a un señor bigotudo y gordo, que lo único que le iba a importar eran los premios y los trofeos de los que podría sacar tajada.

Come Out And PlayWhere stories live. Discover now