Mi destino no es junto a ti.

15 1 0
                                    

6 meses después

Pov. ¿?

Hace tiempo que esperamos a que despierte, hicimos todo un buen trabajo ocultando su muerte, fuimos a dónde nadie pudiera atraparnos, estabamos al otro lado del mundo: Japón.

Pov. Brian.

Mis ojos se abrieron, estaba en una extraña habitación y encerrado, ¿donde diablos estaba? Un hombre entró y me vio.

–Al fin despiertas Nara... O debería decir Rojo.

–¿Tú?... ¿Que me has echo?

–Por desgracia nada, he esperado a que despertarás por 6 largos meses...

–¿6 meses? –dije molesto, ese hombre me explicó todo lo que había pasado, me secuestraron cuando estaba en coma, fingieron mi muerte, no quería saber nada del dolor de Yamato y Allen, no sabía que ocurría, quería que todo fuera un sueño... Una ilusión.

Ese hombre me llevo atado de manos a un extraño lugar con personas, algo únicas... Me  miraban raro, era un lugar donde cometían trata de personas, entre ellos ahí estaba su mercancía más preciada, algunos tipos algo anormales como yo... Me llevó con un hombre robusto, alto y se peinaba con demasiado gel.
Me miro y dijo –Vaya me has traído un tesoro.

–He recuperado a nuestra mercancía original –dijo el hombre que me había secuestrado.

–Ha... El chico Oni, si que creciste tan bello... Nara.

–Mi nombre es Brian... Brian Join...

–Brian... Me gustan tus ojos, debería, hacerlos sufrir un poco –dijo mientras me tomaba de los hombros y aspiraba mi olor, me beso en el cuello, y dio una leve mordida.

–Veo que no te da gracia esto –dijo mirándome a los ojos.

–Entregate a mí... Y así sabre que es lo que tus ojos anhelan... La libertad que deseas te la daré, solo dímelo y has tu parte... –dijo mientras pasaba su lengua por sus labios, me separé y dije.

–¿Que te hace pensar que dejaré que me hagas algo depravado?

–Dime... Yo veo en tus ojos lo que tu deseas tu libertad, ansias que te deje ir... Pero también veo odio, rencor... Entregate a mí y los mataré por ti, yo no fui quien mató a tu madre, yo anhelaba tu sangre, tu cuerpo... –dijo mientras me inyectaba una droga –pero veo que no lo deseas mucho...

Me tomó de las caderas y perdí la razón, desperté y estaba en una habitación, trate de abrir la puerta para salir, me había encerrado, era ya la tarde cuando tocó la puerta y entró a a la habitación.

–Vaya en verdad que eres lindo... Mira no te iras hasta que pueda tener tu cuerpo en mi poder... Entregate a mí y serás libre... Dejare que me mates, será como un juego –sonrió, asentí pues ya no había nada que perder.
No fue cuestión de tiempo,  cuando trataba de salvarme de él, me estaba tratando de seducir pero yo, se lo impedía no había armas, ni nada con que pelear, solo nuestras mentes, deje de resistirme y comencé a seguirle la corriente, sin embargo ese hombre olvidaba algo... Soy mitad Oni.
En un beso en el cuello le mordí y arranque un buen pedazo de carne, mis colmillos apenas se notaban, ese hombre grito y me tomo del cabello.

–No ganarás... Sabes que soy mejor que tu –murmuro pero la sangre caía a chorros de su hombro, le di una patada y me puse encima de él.

–Pense que dijiste que aceptarías morir... –dije mientras le estrangulaba, no quería matarlo, solo quería verlos sufrir, hice todo lo que esos hombres me hacían... Aquel tipo agonizaba al sentir lo mismo que yo.

–te gusta... Ahora sabes lo que yo sentí cuando ustedes me hacían algo similar... –tome su miembro y se lo arranque con mis propias manos.
Me divertía entre aquel charco de sangre que me rodeaba... Salí de aquel cuarto cubierto de la sangre de ese hombre, varios me intentaron atrapar pero les corte el cuello... Me sentí como un verdadero Oni, entre tantos homicidios, me sentía feliz.

Pov. Allen.

Desde hace 6 meses cerré el caso de Rojo, no había motivos, pero nadie más que yo sabía que Rojo no volvería... Hasta hace poco, en Japón se dio la noticia del chico Oni, busqué por algunas fuentes que era Oni, era un ogro de la mitología japonesa, llevaban enormes garrotes, y ropa atigrada, su piel era roja, me recordó a la máscara de Brian. Trate de ver más sobre el caso, algunos policías de ahí argumentaron que se trataba de Rojo, pero era imposible, Brian había muerto, pero lo que vi me dejo impactado, busqué algunos datos sacados de la Deep web, no era nada agradable lo que veía, era algo que hablaba sobre Rojo y su comparación con el chico Oni de Japón, y me di cuenta de que ambos usaban máscara, ambos eran de cabello pelirrojo y sobre todo, sus homicidios eran crueles.
Decidido iría a Japón, tenía que investigar así que con esa escusa abrí de nuevo el caso de Rojo.
Yamato mientras también preparaba un viaje a Japón con la excusa de ver a algunos familiares... Sin embargo sabia que escondía algo.

Pov. Yamato.

Desde hace días, no tomaba nada en serio, me dolía aun la repentina muerte de Brian o eso pensaba, vi algunas noticias de Japón de un chico Oni, pero en eso recibí una llamada telefónica, conteste y me llevé una sorpresa.

–¿Yamato?...

–Emmm... Si

–Soy yo... Brian

–¿pero que?... Pero si estabas... Muerto, vimos tu cadáver...

–Fue una farsa, ellos saben quien soy, por favor manda a algunos de mis hombres a Japón, necesito que todos sepan que regresé, que estoy vivo... Ven a Japón.

–Pero... No puedo, tengo el dinero y todo pero, es Allen, sigue creyendo que estas muerto.

–No le digas nada... Inventate algo, Ok... Pero necesitó que vengas y por favor hazme una cuenta, necesito dinero. –dijo Brian, sabía que estaba en aprietos, mande a algunos hombres con dinero suficiente, y en menos de dos semanas salió la noticia "Rojo, esta en Japón", no pude decir nada, sabía que Allen sospecharía, pero tampoco podía quedarme, fingí no saber nada, y tome un vuelo de inmediato a Japón,  unos hombres me ayudaron llevándome a donde estaba Brian, cuando lo vi ya no llevaba su máscara solo la usaba con la policía, estaba contento de verlo de nuevo.

–Yamato... Hace tiempo que no te veo.

–Brian, pensé que habías muerto.

–Pues lo ves todo fue una farsa, y ahora todos deben saber de mi regreso.

–Pero y Allen.

–No se que hacer con él... ¿Debería decirle que estoy aquí?

–Jugaremos al mismo juego ¿verdad?

–Si, lo haremos –dijo sonriendo.

RED: El Ángel De La Muerte.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt