Cargando mis pecados.

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Pov. Yuirichi

El color sangriento de mis alas se combinaban con el entorno, mis manos con enormes garras las cuales no podía ocultar besaban a Hajime con locura, ese sentimiento en mi podía parar... Toqué cada parte de su cuerpo con mis garras, dejando algunos rasguños en su piel... Mis enormes alas nos cubrían de las miradas ajenas que por el momento no estaban presentes.

–Hajime... Esta sensación... –dije al desvestirlo por completo, su piel tal suave y hermosa estaba con algunos rastros de sangre producto de los rasguños.

–Yuirichi... Ya para... –dijo mientras sentía que le besaba el cuello, baje hasta su pecho mientras acariciaba sus piernas.

Estas estaban un poco heridas... Habíamos tenido una discusión previamente, Hajime no me permitía hacer esto, tuve que herirlo de las piernas para que se calmará.

–Yuirichi... –dijo oliendo mi olor tan particular, una sustancia se escapaba de nuestros labios y terminaba por mezclarse con nuestras almas.

–Ya para... –jadeo, mientras le abría las piernas –Yuirichi, no puedo dejarte que sigas...

–Sería una lástima que te destazara vivo... –dije mientras colocaba mi miembro en su entrada.

–No... Yuirichi... ¡Ah! –dijo al haberle metido el miembro dentro de él, suspiró y seguí embistiéndolo, una y otra vez... Esto era bastante tentador y doloroso para Hajime... Jadeaba abriendo su boca e inhalando grandes bocanadas de aire.

–¡¡Ya!!... ¡No quiero más!... –dijo mientras gemía, lo ignoré, le di caricias hasta hacerlo enloquecer... Los sentidos de su cuerpo reventaban, una y otra vez... Gemía y gritaba del placer, hasta que por fin pude venirme dentro de él.

–Hajime... Veo que esto no estuvo tan mal... ¿No lo crees?

–Bromeas... Duele... –dijo jadeando, lo ayude a vestirse de nuevo... Sin embargo al levantarlo, me empujó.

–¿Como pudiste?... ¡¡Estas loco!!... No te perdonaré...

–Hajime... Esta es la primera vez que puedo sentir lo que los seres humanos llaman amor...

–¡¡Eso no es amor!!... Es sólo una locura, vete... Vuela lejos...

–No... Te vi y quería probar tu sangre, ahora que lo he logrado, tu deberías dejar todo esto.

–¿Por eso la mataste?... Mataste a mi protegida sólo porque era un estorbó... Te detesto desde aquel día, no hay modo de que me agrades... Debí despedirte hace años... Condenado... ¡¡Largate de aquí!!

No tuve elección, era escuchar a Hajime o tener que volar lejos... Hajime no me escucharía, el pobre estaba muy concentrado en si mismo... Emprendí el vuelo dejándolo sólo, mientras Hajime apenas y podía caminar, las heridas de su cuerpo lo estaban desangrando.

Pov. Hajime

Fue una experiencia extraña, rara pero... No lograba entender a Yuirichi, un ser aparentemente sin sentimientos... Enamorado desde que me conoció, era mentira... Una vil mentira, estaba literalmente perdido entre todo este bosque, apenas y podía distinguir la carretera en la que iba a oscuras.

A lo lejos pude ver algo entre la maleza o me pareció verlo, era una mujer o más bien dicho era ella... Sakura...

"Amo... Amo esta bien..."

"Viva su vida... No siga persiguiéndolo... Amo... ¡¡Amo!!"

"¡¡Amo!!... ¿Debe estar bien?... ¡¡¡Amo!!!"

Sus gritos lastimeros, me hicieron caer rendido al suelo, la sagre caía por todos lados de mi cuerpo.
Mi cuerpo empapado en sangre, se debaja caer y rendirse ante lo sucedido, en unos minutos pude sentir el viento en mi cabello, mis ojos permanecían cerrados.

Al despertar a la mañana siguiente, pude verme envuelto en sabanas, quería que todo lo que había pasado hace unos días, fuera un simple sueño, no haberme involucrado nunca con ese Tengu por necesidad de matar a Brian.

Al ver a un lado mío, ese condenado dormía plácidamente.

–Yuirichi... Maldito... –dije al verlo, y levantarme de la cama, las plumas estaban sueltas por toda la habitación, me levanté viendo hacía la nada, en ese momento equivocadamente terminé por observar un lado mío de nuevo pero termine por toparme con la mirada roja de Yuirichi.

–Veo que aún sigues molesto conmigo... Lo sucedido ayer olvidemoslo...

–Bien... Lo olvidáremos cuando todo esto haya sido un simple sueño... –dijo mientras se apartaba de mi lado.

–Bien... También estoy de acuerdo contigo... –dije mientras me alejaba un poco, me dirigí a la ducha, para encontrarme con las heridas que Yuirichi me había echo el día anterior, mis caderas dolían un poco... Pero no era nada del otro mundo, después de eso fui hasta el despacho, aquel hombre se encontraba encorvado viendo la foto de su amante ya muerto, mientras tomaba un vaso de Wisky.

–Vaya veo que has vuelto... Sabes de alguna noticia... –dijo algo ebrio.

–¿Que clase de noticia?

–sobre que día volverá Akira, esperó verlo con ansías... –dijo mientras pasaba sus manos por el retrato de Akira.

–Aún no puede afrontar su muerte verdad... –tomo lo último que quedaba de su vaso de Wisky y lo arrojó hacía mí.

–Deja de decir que ha muerto... Akira, no... ¡¡¡Akira no ha muerto!!!... ¡¡¿Porque mi amor?!!... –grito viendo la imagen de Akira y rompiendo cada recuerdo suyo, no podía detenerlo, no quería que destruyera toda la mansión... Pero debía mostrar mi lástima y mi solidaridad.

–Se quien asesino a Akira... Su nombre, todo lo se de él...

–¿De que hablas?

–El asesino de Akira Himura... No nadie más que aquel al que llaman "Rojo"... Pero ese desgraciado, no puede ser derrotado fácilmente, se necesita más que sólo un asesino profesional.

–Dime como vencerlo... Dime todo lo que sepas... Yo lo mataré, vengaré a Akira, no dejaré que su muerte siga sin ser pagada. –dijo mientras me tomaba del cuello, me gire a un lado y pude ver a Yuirichi observando de cerca... Con mi mirada extrañada, sólo le hice algunas señas para que dejara de mirarme así... No eramos nada más que sólo dueño y esclavo... No era nada importante para mi... Solo era un idiota... Un maldito...

RED: El Ángel De La Muerte.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang