RED: El Ángel De La Muerte.

Identidad oculta.

Pov. Brian

(...)

Soñé que volaba por los cielos, sin embargo yo no tengo alas, ¿como era eso posible?...

Unas plumas rojas caían conforme avanzaba en ese pesado vuelo... Sin embargo en en vez de volar alto, temía e iba cada vez más abajo...

–¡¡Vuela!!... ¡¡Más alto!!... ¡¡Hijo no te detengas!! –escuche y me volteé hacia quien gritaba era mi padre adoptivo...

En eso un disparó se escuchó y caí al suelo, mirando hacía la nada... Me quedé mirando a mi padre en frente...

–Hijo... –lloraba mientras mi cuerpo se rodeaba de cadenas y unas personas que llevaban enormes capuchas y blandían espadas.

–Te arrepentirás...

–Moriras...

–Estas condenado... –decían sus perturbadoras voces, cada vez más gritaban y se quitaron esas capuchas, eran Akira y el resto de aquellos tipos a los que maté por venganza, mis alas rojas fueron cortadas gracias a ellos y comenzaron a golpearme hasta dejarme en la agonía, Albert no podía hacer nada sólo veía mientras lloraba...

–No era eso lo que quería para ti... –dijo entre lágrimas.

–Padre... –susurre mientras mis lágrimas de apoderaban de mí, en un lado mío vi a mi abuelo, negaba con la cabeza...

–Eso no era lo que esperaba de ti... –dijo mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas.

–Perdoname... ¡¡¡Perdonenme!!!... Ya no lo volveré a hacer... Perdoname padre... Perdoname abuelo... ¡¡Lo siento!!... –llore mientras los veía a los dos y mi llanto aumentaba.

–Hijo... Perdoname a mi... Por no darte una buena vida... –dijo mi abuelo entre lágrimas.

–¡¡Eso no es verdad!!... Los dos me criaron... Me rescataron... Por favor no me dejen solo... –seguí llorando a gritos, mi padre y mi abuelo siguieron viendo.

–Es nuestra culpa... –dijeron mientras sus rostros se ensombrecían... Comencé a llorar y a gritar...

(...)

–¡¡abuelo!!... ¡¡Padre!!... ¡¡No me dejen!! –desperté exaltado, miré a un lado mío... En otra cama estaba Haruki muy debilitado, estábamos en una habitación de hospital... Suspire mientras veía hacia la ventana, mi brazo estaba muy lastimado... Estaba vendado, mientras que Haruki apenas y podía respirar, abrió sus ojos y me miró.

–Me alegra... Que estés bien... –dijo tratando de regular su respiración un poco lenta.

–Descansa... –dije mientras lo veía volver a cerrar sus dulces ojos.

Mi herida en la espalda comenzó a arder, suspire pesadamente mientras trataba de levantarme, una enfermera me vio tratando de levantarme de aquella horrenda cama.

–No... No se mueva mucho... ¿Necesita algo?

–Nada, sólo que... No me siento muy bien al estar postrado en cama.