Hajime se transforma

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Pov. Haruki

Era una mañana más, despertaba a un lado de Brian de nuevo, este dormía tranquilamente, sus heridas estaban mejorando un poco, aunque aún le dolían, decía que sus ojos le ardían un poco.
Solía ponerle gotas para que sus ojos mejoraran un poco, sin embargo solía quejarse con eso.

–Brian... Despierta... –dije moviéndolo un poco.

–¿Que paso?... –preguntó con cierto desánimo, mientras le acariciaba la cabeza.

–Ya es hora de despertar... Necesitas darte un baño –dije mientras lo levantaba, Brian apenas y podía moverse, no se que tanto le hicieron pero aún parecía que se sentía mal, lo lleve hasta las aguas termales y lo desvestí, su cuerpo estaba lleno de moretones, marcas y heridas.

Lo llevé hasta el agua y lo metí en este, hizo una pequeña mueca de dolor.

–¿Te duelen las heridas? –dije un poco preocupado.

–Si... Pero no es nada –dijo sonriendo, comencé a tallarle el cabello y a tallar un poco su piel, teniendo un poco de cuidado con sus heridas, al terminar, lo vestí con algo ligero y lo llevé hasta la cocina, últimamente no podía descuidarlo, era muy terco y normalmente no me imaginó lo que hará si lo dejo sólo.

Comencé a hacer el desayuno en lo que los demás bajaban, era un día aparentemente normal para todos, excepto para Brian, este día tenía pensado en tratar de animarlo un poco en sus momentos difíciles e estado investigando un poco de Onis en el libro de mi abuelo, y decía que ellos podían tomar formas de seres enormes y terroríficos cuando se sentían en alto riesgo, en este caso Brian hacía aparecer sus cuernos, y también solían emitir un extraño gruñido similar al rugido de un tigre, habían muchas cosas que los onis escondían... Sin embargo no todas estaban escritas en el libro de mi abuelo.



(...)

Pov. Hajime

Me sentía sólo de nuevo, estaba en una habitación de hotel, abandone la mansión y despedí al resto de mis últimos hombres, no quería saber nada más que eso... Hasta que saque ese abanico de plumas, recorde las alas de Yuirichi, y salí del hotel, regrese a ese condenado bosque, no sabía lo que buscaba pero sentía algo en mí... Tristeza, llegue caminando sin rumbo aparentemente por todo el bosque hasta ese viejo templo, las escaleras de esta seguían cubiertas de pétalos no veía ningún árbol de sakuras, pero a diferencia de la última vez que vine las escaleras estaban limpias, y parecían ir hasta el cielo, las sombras de los enormes árboles caían por los peldaños, algunos fragmentos de la luz del sol que surcaban por las verdes hojas apenas y hacían pequeños puntos en cada peldaño, subi por estas escaleras ya sin remedio alguno no sentía ánimo para algo, me sentía tan mal que podría morir incluso.

Llegue hasta la entrada y vi un frondoso árbol de sakura, parecía tener muchos años, me sorprendió y fui hasta este, toque con mis manos la corteza áspera del árbol, mientras entraba al templo, la vi a esa mujer ahí rezando tranquilamente.

Ella se volteó a verme y dijo.

–Se lo que paso... Cometiste un grave error, acudiste al tengu para matar a tu enemigo, la persona que querías y protegías murió, mataste al tengu en un arranque de furia... Ahora que todo te ha salido mal viniste a buscar ayuda con nosotros... –dijo la mujer oni, extendiendo sus brazos en una bienvenida –Eres bienvenido Hajime...

No supe lo que significaba pero acepté, deje que ella me rodeara el cuerpo con sus garras y el kimoto parecían un par de alas atigradas que me abrazaban.

–Serás parte de nosotros...

–No logró entenderlo... ¿Como puedo formar parte de ustedes?... Son criaturas extrañas del bosque y yo... Soy sólo un humano.

–Las alas del tengu y el abanico, son cosas fundamentales de los tengu sin embargo, la mayoría de los tengus son en realidad humanos que se han covertido... Pero para eso deberías firmar un pacto, puedes ser un tengu y por fin cobrar venganza por cuenta propia –dijo mientras me veía a los ojos.

–¿Entonces deberé ser un tengu si quiero venganza?... Aceptaré su oferta...

–Espero que todo funcione como debería funcionar... –dijo con una sonrisa, no esperaba transformarme en un tengu, pero ya no tenía más remedio ahora debo ser un Tengu por los errores que cometí con él, ahora tal vez podríamos ser uno...

Fui con ella a buscar las alas de mi preciado tengu, volvimos al templo y ella comenzó con el ritual para poder convertirme en un tengu, ella me contó que cuando firmará el contrato el alma de Yuirichi por fin partiría al más allá y yo podría apoderarme de sus alas y el resto de sus posesiones.

–Bien necesito que firmes con tu sangre... –dijo tomando mi mano y haciendo un pequeño corte en mi muñeca, de esta cayó un poco de sangre, en esta remojó un pincel y me lo dio.

–Toma esto y firma aquí –me señalo en el contrato y lo hice, al firmar por fin este pergamino se iluminó.

La mujer tomó las alas y dijo.

–Las uniré a ti... Dolerá un poco pero será todo –asenti cuando en eso sentí un pequeño dolor en mi espalda, me hizo un corte en la altura de los hombros y unio esta a las alas, después otra vez... Intenté moverme pero mi espalda estaba muy pesada, moví las alas y me di cuenta de que estaban ahora ligadas a mí, vi mis manos y de estas surgieron un par de garras.

–Lo ves ahora ya eres un tengu has dejado de ser humano... Hajime... ¿Que te parece?

–Son... Se siente... Se siente extraño –dije un poco confundido, me fui a ver el espejo que ella tenía en frente, mis ojos cambiaron su color eran rojo carmesí, las alas se movían según mi voluntad.

–¿Y que se supone que haga ahora?

–Ve e intenta acostumbrarte a tu nuevo ser... Vamos puedes empezar por volar –dijo mientras me conducía afuera del templo, intenté mover mis alas y tratar de elevarme no era muy difícil, pero aún así me sentía cansado mi cuerpo había cambiado de ser humano a un tengu de una forma repentina, ahora debía averiguar como volar.

Seguí entrenando durante todo el día, intentando elevarme cada vez más al cielo, pero era muy difícil y cansado para mí y mis enormes alas... No sabía en que beneficiaba que me hubiera convertido en este ser, aunque obvio no tenía remedió, estaba tan solo y ahora me sentía bien por poseer estas alas y poder vivir una nueva vida después de los fallidos intentos en mi ser humano de progresar hasta que al fin pude volar sólo alrededor del templo.

–Hajime... Ven acá... –dijo la mujer, intente aterrizar tranquilamente y no terminar aterrizando de golpe hasta lastimarme.

–Has progresado... Mañana te enseñaré a cazar, y después tendrás que ir con Amanozako...

–¿Quien es?

–Ella es la madre de todos los tengus, ella te deberá reconocer como uno de su especie... Pero el destino lo trazas tu...

–Bueno iré a verla cuando me sienta preparado por ahora debo seguir intentando adaptarme... –dije mientras entraba al templo, estaba anocheciendo, las alas no me estorbaban tanto además de que podía ocultarlas, la mujer oni me comentó que yo al haberme convertido en un tengu ahora poseía poderes celestiales de un semidios y debía aprender a utilizarlos.

Lo pensé durante toda la noche, ahora todo en mi cambiaría... Sólo que no sabía si era para bien... O para mal...

RED: El Ángel De La Muerte.Where stories live. Discover now