Las plumas negras.

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Pov. Brian

Era una mañana más, había pasado ya más de una semana desde entonces, mi visión mejoró casi veía todo bien pero mi vista aún seguía un poco borrosa, esa mañana tuve que ir con un abogado para arreglar todo este asunto del testamento, estaba en una oficina, muy aburrido en mi opinión el hombre en frente de mí, me hizo firmar tantos papeles y no se que más, ahora sólo estaba esperando a que me dijera que todo el dinero fue transferido a mi cuenta.

–Bueno según dice aquí... La herencia ya merece ser cobrada, han pasado algunos meses después de la muerte de Akira Himura, así que... –me entregó un cheque de unos cuantos millones.

–Puede ir a depositarlos, pero antes de eso debe ir al ayuntamiento y firmar algunos documentos de que la propiedad en cuestión es suya...

–Ok... Pero ya llevó más de tres horas esperando y me esperan en casa, con decir que mi celular no ha dejado de estar sonando –dije molesto en eso, volvieron a marcar, Haruki no quería dejar de decirme que me cuidara y no se que tantas cosas, pero esta vez no le conteste.

–Bueno ya puede irse, es todo de mi parte por hoy... –dijo el muy condenado, me fui del lugar estaba por abordar el auto, cuando en eso vi a una gran cantidad de personas mirando al cielo, no entendía porque lo hacían cuando en eso lo que vi fue horrible, una parvada de tengus sobrevolaban las montañas, me quedé estático mientras, entraba al auto y Ibiki me esperaba dentro del coche bebiendo un poco de licor.

–Hasta que al fin llegas... Ya pensé que no saldrías.

–Vamonos a casa o si no Haruki me matará. –dije preocupado, este hombre estaba ebrio, y pues mis ojos no ven muy lejos, me metí al asiento de copiloto, Ibiki arrancó el auto, sin embargo a pesar se su ebriedad no conducía como un salvaje, llegamos a la mansión, obvio tuve que salir corriendo hasta esta y entrar.

–¡Brian!... Casi me das un infarto –dijo Haruki abrazandome, estaba muy preocupado.

–Haruki, no deberías preocuparte tanto... Ahora no fui solo...

–Pero que me asegura que Ibiki puede ser tu guardaespaldas, yo iré la próxima vez que necesites salir, no quiero que te pase nada –dijo abrazandome con fuerza.

–Sabes monstruo, Haruki se preocupó mucho por ti cuando te secuestraron, hicimos lo que pudimos para rescatarte mientras esos hombres te torturaban –dijo Persa apareciendo, y por supuesto con la misma expresión de antes, en eso Laura y Ukyo llegaron un poco preocupados.

–Oigan, no sa han dado cuenta que últimamente un montón de tengus han salido al mundo... –dijo Ukyo preocupado.

–Laura dijo que la mascota voladora de Hajime se murió... Tal vez ellos decidieron salir después de mucho tiempo ocultos –dijo Haruki respirando, obvio también me enteré de que esa cosa había muerto hace unas semanas.

–Bueno mientras esas cosas no ataquen a los humanos... Aunque hay una teoría, un tengu debe estar demente para acercarse a un humano, no se como Hajime pudo contratar a un asesino. –dijo Persa, al parecer ella sabía un poco de todo.

–Bueno es un monstruo, además mataba por gusto, ¿no es lo que hacen todos?

–Sólo la madre de todos los tengus ha sido una entidad tan malvada como para hacer eso, hay varios tipos de tengus, los tengus malignos como el de Hajime, los tengus de buen augurio, que no hacen daño a los humanos ni a nadie y los tengus que solían ser humanos, son más comunes.

–¿Espera?... ¿Tengus que fueron humanos? –me cuestioné lo que ella dijo, Persa asintió y me contó que normalmente si un humano tenía un alma perturbada, deprimida y débil, podía tener más facilidad en convertirse en tengu, debido a que no puede hallar una solución a su vida.

RED: El Ángel De La Muerte.Where stories live. Discover now