RED: El Ángel De La Muerte.

Trampa delirante.

Pov. Yuu

Una persona muerta, entiende varías cosas... De echo demasiadas, tengo 15 años y como ya lo dije soy sólo un cuerpo andante, paseando por toda la mansión cuál alma en pena, casi flotaba, hasta llegar hasta donde se encontraba el hombre que me había traído, sólo para presentarme a quien le pertenecía su corazón...

-Yuu... Ve he investiga dónde queda la mansión Roja.

-Necesita que maté a alguien...

-Necesito que les quites algo a esas personas... Algo valioso...

-Con gusto, sólo recuerde que si necesitó derramar sangre... Usted será el único responsable... -dije mientras me iba, si tan sólo todo fuera algo como antes más común, no puedo sentir nada sólo disgusto...

No quería ni recordar cuando morí...

(...)

La mañana como todos los días era fría y oscura, intente buscar con la mirada algún indició de vida en esta desordenada habitación a parte de mí.

Esa mañana surgió normal, con los rayos del sol mañanero y el canto del gallo, a pesar de todo esto estaba despierto... Suspire al ver al techo una vez más, con mi repentina acción y mi aburrimiento haciendo presencia al público.

Salí de la cama y busqué algo para ponerme, me vi al enorme espejo, mis cabellos eran cada vez más largos... Pero no había nada que me dijera, sonríe te ves bien, al contrario para ser un chico... Odiaba todo de mí, en cierta forma, a pesar de dormir las ocho horas diarias o más tenía horribles ojeras en mis ojos, me sentía cansado.

De nuevo la estúpida rutina de siempre me arruinaba el día, con cada detalle del que mi madre intentaba hacerme sonreír, sin embargo ella estaba en un viaje de negocios, mi padre estaba todos los días en el trabajo... ¿Y hermanos?... Mejor no pregunten, ese grupo de imbéciles que sólo piensan en si mismos me ignoraban todos los días, tenía tan sólo 14 años casi 15 y me mantenía callado, tengo varías razones para ello... Mi familia por así decirlo siempre estuvo rodeada de gente, tan alegre a diferencia de mi.. Literalmente quería olvidar todo lo a que venía con ellos.

Cruce de nuevo al baño y me quedé mirando a la nada, el baño era algo abrumador... Y me hacía sentir aburrido.

-Cada vez más... Y esto terminará mal de nueva cuenta... -dije para mi mismo, mientras tomaba unas tijeras y pensaba en cortar mi cabello, sin embargo sin el avisó de nada ni nadie, mi estúpida hermana mayor entró.

-¡¿Que carajos haces?!!... Arruinas mi privacidad... -dije mientras cortaba las puntas de mi cabello.

-Porque no haces algo más de provecho, dile a mamá que quieres cortarte el cabello...

-Eso jamás, terminaría calvo... Es mi vida no la tuya dejame en paz... -respondí claramente grosero a esa mujer de alrededor de unos 21 años.

Como todos los días salí de casa con mi chamarra puesta era un día lluvioso, cualquiera que no fuera yo hubiera deseado quedarse en casa y no salir en un día como hoy...

Pero que hay de especial hoy... ¡Nada! El año no puede ir peor, las cosas han trascurrido horribles, desde hace días la gente se mantiene encerrada... Tuve el valor de salir hoy, no hay nada especial sólo estoy aburrido y fastidiado de la larga convivencia con esos amargos de mi familia, estaba tan centrado en ello y darme cuenta del fiasco apocalíptico, pocos automóviles apenas y surcaban las calles.