RED: El Ángel De La Muerte.

El caso de la mafia Roja

Pov. Laura

Tras días después de que Yamato traicionará a Brian y lo entregará a Akira, había un verdadero asunto,  Akira invitó a Yamato a un importante evento, se hablaba de una subasta en la cuál ellos serían invitados de honor...

Sin embargo, al acercarme más y tratar de investigar un poco sobre lo que ellos hablaban, lo más extraño fue el escuchar la charla que mantenían...

(...)

–Como dije... Yamato, tendrás un lugar de honor en mi subasta, siempre y cuando Brian me obedezca... A su futuro dueño...

–Ya veo, mira... Soy un hombre de palabra y por la alianza que tuve con tu padre... Aceptaré la invitación... –Eso me dejo estupefacta, como era posible, según desdé que conocí a Brian, eran unas personas comunes...

–Bien... Te esperaré en la subasta.

–Pero habrá una condición... Si veo que Brian, tiene un sólo moretón, no permitiéremos que lo sigas teniendo en tus manos... –Una risita escapó de los labios de Akira y mencionó.

–Descuida, sólo le he dado una pequeña lección...

–¡Maldito!... –le regaño Yamato –Te he dicho que no le hagas nada que le haga daño...

–Bromeas... Escapó, y para colmo trato de desafiarme... ¿Dime como puedo hacer que no ocasione problemas? –dijo en defensa, Yamato parecía no querer creerle, pero seguí escuchando la conversación.

(...)

Pov. Brian

Desperté, en un extraño lugar un poco diferente, con sabanas blancas, y no solo eso habían algunas enfermeras, sin embargo estaba seguro de que no había salido de la mansión.

Sentí el miedo recorrer mi cuerpo y como un simple instinto mío traté de huir, mi mano sintió un poco de dolor, tenía un suero atado a mi de nuevo, este lugar parecía un hospital y tenía miedo... Había sólo una forma de escapar...

Me quite todos esos artefactos que traía, las enfermeras no estaban presentes para mi suerte, y además de eso la puerta estaba abierta, traté de escapar mientras corría por todo el lugar, sin embargo la mansión era enorme, en eso vi a Akira sonriente justo en frente de mí.

–Maldito... ¿A donde me trajiste?

–te debes recuperar para la subasta que será en unos días, y dejame darte la maravillosa noticia de que al día siguiente de la subasta... Nos casaremos...

–Eso no... Ya dejame en paz... –dije empujándolo y tratando de huir, sin embargo me tomó del brazo.

–Escucha no quiero lastimarte... Así que comportate, además tus heridas aún están graves...

–Malvado... Ya sueltame...

–Ya veo... Te gusta el "sufrimiento" pues te dolerá demasiado si insistes en salir de casa...

–Maldito... Sacame de aquí... –trate de pegarle, sin embargo aún seguía débil, en eso una duda me entró.

–¿Que le hiciste a Haruki?

–Tu amigo... Será parte de la subasta, después de todos lo problemas que ha echo...

–Yo lo metí en esto para iniciar y creó que he pagado todo lo que hice... –Me tomó del brazo con más fuerza, caí al suelo pues todavía me dolía.

–Mira he sido muy paciente contigo... Y no puedo seguir tolerando que intentes escapar... Tal vez deba romperte las piernas, y así no podrás avanzar a ningún lado...