RED: El Ángel De La Muerte.

Miradas de terror y un día trágico.

Pov. Allen.

Buscando algo que dejará en total vulnerabilidad a quienes eran los enemigos de Brian, traté de saber he investigar más, sin embargo no soy bueno en eso... Aunque soy bueno para las persecuciones, para investigar soy un completo fiasco, y menos al saber que Rojo siempre estuvo a centímetros de mí.

Fui hacía la casa de Kentaro, para hallar todo en mal estado... Los muebles sucios y nada más que eso, subí al cuarto de arriba en busca de algo entre las pertenencias de Kentaro pero la policía del lugar se había llevado todas las evidencias.

Camine hasta el parque cuando vi algo interesante... Era nada más ni nada menos que un hombre que parecía presumir de varios lujos.

No quise precipitarme además de que era un lugar muy concurrido, aquel hombre parecía buscar algo... Veía entre la multitud de personas pero no había nadie, paso a un lado de mi desapercibido, mientras yo sólo escuchaba los pasos y las conversaciones que apenas se oían.
Me fije por dónde se había ido y desapareció entre toda esa gente, me levanté del asiento y me dirigí a la casa de Brian que quedaba a unas cuadras, volteé a cada segundo para ver si no me vigilaban o me seguían afortunadamente nadie venía detrás de mí.

Apresure el pasó y toque la puerta, esperando alguna respuesta, en eso Nara abrió tímidamente y me dejo pasar con un gesto silencioso de sus manos.

–Y ¿dónde esta Brian? –dije mientras me agachaba a su altura, y vi a Brian bajar por las escaleras, sus ojos estaban rojos de llorar.

–¿Pero que sucedió?... Brian ¿estas bien? –dije mientras iba hacía él... Me ignoró y me paso de largo mientras iba hacía la sala y se dejaba caer en el sillón.

–Odio todo esto y lo sabes... Lamento decirte Allen, que tal vez ya no me vuelvas a ver.

–¿pero que dices?... Brian, esta situación te ha cambiado demasiado... Dime que te paso...

–Estoy esquizofrénico, un hombre me persigue para que sea su esclavo sexual, todo lo que pensé real no es más que una vil mentira.

–Brian se que esto no es fácil de superar... Pero por favor trata al menos de sonreír... Las cosas van a mejorar...

–Si, tal vez lo haga, pero no quiero ponerte a ti, a Yamato y a Nara en riesgo tampoco a Laura...

–Pero ella esta aquí por otros motivos...

–No, ella fue contratada por él, para que me secuestré, y si no lo logra ella será asesinada... Y no puedo tolerar tal cosa... –dijo tratando de evadirlo, además de controlar todo en su cerebro.

–Te ayudaré a superarlo... Saldremos juntas de esta... –dije poniendo mi mano en su hombro, pero Brian la apartó.

–Ya te has metido mucho en el asunto por favor... Deja de seguir con esto...

–No puedo hacerlo... Hasta saber que estas bien.

–No podrás saberlo nunca... Si te quedas y continúas con esto, puedes salir muy perjudicado, sólo veté, alejate de todo esto... Por favor... Sólo olvida que estoy aquí –dijo en un tono serió y algo monótono.

–No quiero hacerte daño... Si te quedas sufriras demasiado por favor lo último que quiero es verte sufrir por mi causa.

–Brian... Yo quiero quedarme contigo...

–No, regresa a casa... Sabré como arreglarmelas, ya saliste perjudicado una vez, no permitiré que vuelva a pasar... –dijo Brian, mientras me veía amablemente.

–Eres mi mejor amigo... Y no quiero que pases por todos mis ataques de locura y la muerte prematura... Así que por favor vuelve a Nueva York y trata de vivir por ti mismo –dijo mientras unas lágrimas salían de sus ojos, aquellos ojos que tuve la suerte de verlos tantas veces y nunca parecía que pudiera tenerlos.