RED: El Ángel De La Muerte.

"Mi primer decreto"

Pov. Brian

Literalmente estaba tendido aún en el suelo, sin razón...

–Parece que la noticia lo impresionó... –sonrio Natsu, el tipo de cabellos verdes mientras me trataba de mover.

–Ya reacciona princesita... –dijo el hermano de Natsu, me levante y le di un puñetazo en su cara.

–¡¡Callate!!... ¡¡Es imposible que yo sea una deidad!!

–Eres el único que queda en esta tierra, Brian eres una deidad oni... El único de la familia Fujiwara con esa mirada...

–¡¡Bromeas!!... Todo esto es por... ¡¡Mi horrenda apariencia!!... –replique, mientras me iba estaba cansado, todo eso fue por culpa de lo que soy... Un oni... Una terrible criatura sedienta de sangre... Preguntar sobre onis era lo mismo siempre, decían que eran ogros demoníacos gigantes que mataban por placer, no me consideraba así, pero mentía cometí mi primer asesinato desde los tres años...

Kentaro trataba de enseñarme a cazar matando a los humanos que pasaban por el bosque, diciendo que solo era un juego de cacería, llegaba a casa envuelto en sangre... Mamá gritaba al verme así y siempre me pellizcaba cada vez que lo hacía, con el tiempo comencé a ser más salvaje, pero al adentrarme en el mundo de Akira... Todo cambió no pude defenderme aunque fui creado para ser una arma asesina, tras la muerte de Albert, Yamato me enseñó a defenderme, a usar las armas... Y todo término así... termine convirtiéndome en lo que más detestaba.

Me quede en el marco de la puerta hacía el patio trasero, pensaba demasiado por lo que sucedió con esto.

–Brian... No es nada malo... Tomalo del lado bueno –dijo Haruki tratando de subir mis ánimos.

–¿Hay un lado bueno en todo esto?

–Bueno... No lo se... Pero no deberías mantenerte tan negativo...

–No soy negativo ni pesimista... Soy optimista, por ejemplo creó con optimismo que esto terminará con malos resultados... Y con mi cuerpo convertido en una escultura que adorne la mansión de Akira mientras viste con ropas de oro y joyas de rubíes hermosos.

–Brian... –Haruki me tomó del hombro y después me abrazo.

–Todo estará bien... Además eres lo que todos llamarían un dios...

–Si... Un dios... Que bien –dije con desánimo, Haruki lo notaba, me beso con lentitud mientras la intensidad se hacía más fuerte en el lazo del beso.

–Ten fe en que todo estará bien –dijo Haruki mientras nos ibamos dentro de nuevo.

Me senté cansado mientras Natsu y su hermano observaban, me veían con mi cara de estrés y aburrimiento.

–¿Y que dices?... ¿Aceptarás ser nuestro gobernante? –preguntó el otro pelirrojo.

–No... Jamás... No seré parte de ninguna cosa como esa... –dije por último tratando de ignorarlos.

–Brian... Antes de que vuelvas a rechazar la oferta, debes saber que... Todos los patriarcas han muerto...

–¿A que te refieres?... Mataron a esas bestias –dijo Persa mientras ellos confirmaban.

–Así es, en un día muy misterioso, todos fueron asesinados con la ayuda de flores celestiales... Esas flores hacen que te debilites... Brian eres el único que nos puede gobernar, gracias a ti todas las aldeas oni se unirán de nuevo.

–No... No puedo... No soy apto ya superenlo –replique mientras tomaba del hombro a los dos.

–Ahora ya vayanse... –saque a ambos de la mansión esperando a que se fueran.