RED: El Ángel De La Muerte.

Recuerdos

5 días después

Pov. Brian

Haruki estaba herido, logramos sanarlo pero había un asunto aún más grave Nara estaba en el hospital, recuperándose de sus heridas, afortunadamente no estaba tan mal...

Estaba con mi hermano, en el hospital, Haruki aún estaba en casa recuperándose.

–Nara... –susurre al ver a mi hermanito herido, tenía su amuleto en mis manos pensaba entregárselo pero aún no salía del hospital.

–Hermano... –dijo mientras abría sus ojos azules.

–ya despertaste... –dije al verlo por fin despierto.

–¿Que paso con Kiuby? –dijo algo preocupado.

–Esta aquí... –le enseñe el amuleto que traía en mis manos, se lo di y se le quedó viendo un poco preocupado.

–Pobre Kiuby... ¿Estará bien?

–Descuida, Haruki me dijo que ellos no mueren tan fácil, por ahora sólo esta durmiendo en el amuleto.

–Que bien... ¿Y Haruki?

–Esta bien, muy bien... Eso creó...

–No lo volviste a hacer llorar ¿o si?... –pregunto Nara, me confundí un poco.

–¿A que te refieres con eso?

–Es que a veces suelo escucharlos a los dos... Y pareciera que Haruki esta llorando, y al día siguiente está muy adolorido.

–No... Sólo que Haruki suele caerse de la cama... –me sonroje un poco, creó que deberíamos no hacer mucho ruido.

–Bueno cuando regreses dile que no se preocupe por mí... Ya soy un niño grande y puedo curarme pronto...

–Bueno... Se lo diré, niño grande... Te veré mañana, Nara... –dije a punto de irme, pero estaba algo nervioso –¿Estas seguro de que puedes quedarte aquí tu solo?

–Si hermano... No te preocupes, me trajiste a Kiuby, así no me sentiré tan solo... Gracias hermano. –sonrio, asentí y me dirigí a la puerta vi al frente mío a la enfermera, era muy severa con sus otros pacientes... Llevaba la comida de Nara, obviamente no dejaría que una mujer como ella le cuidará, lo haría mal, no tolerare que alguien le grite, le pegué o haga algo a mi hermano menor.

–Disculpe...

–¡¿Que?! –dijo la señora muy amarga, me acerque a ella y le mostré una buena cantidad de dinero.

–le ofreceré esta cantidad, sólo si mi hermanito esta bien... No quiero enterarme que le han echo algo o le han pegado o la comida es de mal gusto...

–¿Intenta sobornarme? –dijo la mujer, ella tomó el dinero y se me quedó viendo.

–Pero estos son dólares...

–Dólares americanos, y hay más de dónde vino eso... Escuche quiero que mi hermano menor tenga una buena estadía para su recuperación, si me llegó a enterar que le paso algo... Tendrá que despedirse de su dinero, y probablemente se meta en problemas...

–Claro señor... Le juró que no habrá quejas mías. –dijo mientras escondía el dinero.

–Por cierto no come mucho cuando no tiene hambre, es el paciente de la cama 23... No quiero venir mañana y encontrarlo triste... De acuerdo

–Si, no habrá problemas... –me fui esperando a que esta mujer no actuará mal con mi hermanito, sin embargo me volví de nuevo hacía ella.

–No deje que nadie le haga nada ¿esta bien? –ella asintió, me fui de vuelta a casa, obviamente tenía otro problema que arreglar, yo estaba casi recuperado del todo, a excepción de Haruki, él insistía en hacer lo que cotidianamente hace, sin embargo no podía salir aún de la enfermería, y con decir que ya estoy harto de comer comida enlatada y cereal.