RED: El Ángel De La Muerte.

El lujurioso deseo de Akira.

Pov. Allen

A la semana siguiente nos iríamos de vuelta a Nueva York, la intención que tenía era mantener a Brian a salvo, sabía cada razón de su carácter... Sin embargo la suerte pasada en su vida y vender su alma al mal, en busca de venganza no era lo correcto, traté de buscar algún modo de ayudar a Brian en su duelo contra sus demonios internos...

O eso pensé, volví a la mansión secreta entre los árboles de aquel bosque, era de noche y las luces de mi auto no tenían la potencia suficiente para ver por dónde iba estaba un poco asustado en eso vi las luces de aquel fuerte y me dirigí a él, cuando estaba por entrar me di cuenta de que algo no andaba bien un coche aguardaba afuera y no era ninguno conocido... Debía ser Akira, no quise acercarme cuando en eso el coche se fue adentrándose cada vez más en el sendero de aquel bosque, yo me dirigí a la mansión, estaba tratando de averiguar que diablos era lo que el buscaba ahí.

Llegué a la mansión y pero cuando estaba por entrar una explosión surgió en el jardín, entre corriendo y me encontré con Brian viendo por la puerta corrediza que daba hacia el jardín, había un poco de humo, Yamato y el resto lo veían con curiosidad.

–Ese maldito de Akira, trajo una bomba para tratar de matarme –dijo algo perturbado, y se fue a su habitación un poco molesto.

–Creó que ese hombre ya ha llegado muy lejos– dijo Yamato molesto.

–¿Qué es lo que ese hombre piensa?... Le desfiguró la cara a Brian y trató de matarlo, no puede quererlo aún así –no quería que Brian siguiera sufriendo por su culpa.

Pov. Akira.

Resultaba todo en un acto desesperado de mi lindo Oni, todo lo que él hacía para que lo dejara en paz por fin.

( ... )

La noche de la tragedia.

Brian había tocado a mi puerta voluntariamente, me sentía honrado ante su visita... No estaba preparado, pero al verlo entrar a mi cuarto, con su hermoso cabello rojo como el fuego y esa figura delgada con hermosas caderas, jamás había visto un ser más bello como él.

–Has venido a verme... Veo que has considerado la oferta de tener un poco de intimidad conmigo... –dije mientras pasaba mi lengua por mis labios y veía lujuriosamente.

–No me mal intérpretes, vine sólo a tratar algo contigo –dijo el joven pelirrojo, mientras me acercaba a él, le tomé de las caderas y le besé, traté de jugar con su lengua y divertirme un poco, le toqué las caderas algo animado.

–Mght... Ya... –dijo Brian separándose.

–No creó que pararía pero como no quiero hacerte enfadar te haré caso... –dije tratando de ganarme la confianza del más joven.

–Escucha... Debo saber que es lo que en verdad sucedió, ¿porque diablos usaste a mi madre?

–Yo no la use ella vino a mi... Necesitaba deshacerse de un feto y tada aquí estas...

–No te burles... ¿Porque diablos metiste a esos hombres en mi casa?... ¿Que era lo que planeabas?

–Escucha, si sigues preguntando tal vez deba de usar tu cuerpo como paga por las respuestas...

–No lo harás maldito... – sus ojos rosas se veían molestos e irresistibles, lo tomé de las caderas y lo arroje en la cama, le bese con desesperación y me detuve al ver que no forcejeaba, estaba quieto mirándome con extrañes, y continúe tratando de llevar esto a los límites.