Amistad de un rubio y un pelirrojo.

36 1 2
                                    

Pov. Brian

Un grito... Fue lo último que escuche, alguien me llamaba... Cuando lo vi de lejos, tenía cuernos enormes...

–Despierta... –dijo mientras sus ojos del color de la sangre me observaban cruelmente.

–Despierta... –replicó una mujer de cabello oscuro y hermosos ojos castaños.

–Despierta Brian... –Albert me miraba amablemente y de ahí la luz volvió a resurgir.

Estaba ahí de nuevo...

Con ese brillo cegador en mis ojos, eran los médicos... Tenía un respirador, apenas y podía mover mi pecho, un horrible dolor era lo que sentía.
Sin embargo tenía más heridas que la de la daga en mi pecho.

Estaba muy herido, apenas y mis ojos se abrieron, volvieron a cerrarse... ese dolor era cegador, la enfermera se acercó a mí y me dio algún medicamento para el dolor.

–Califica tu dolor del uno al diez... –dijo tratando de ver como me sentía, no podía hablar, el dolor me lo impedía, con mis dedos mostré un 9, el dolor se controlaba, pero con ello mi sueño...

Pov. Haruki

Ya llevaba tres semanas sin saber nada del pelirrojo ni lo ocurrido en la tragedia, y no me importaba en lo más mínimo lo que le hubiera pasado, después de todo Akira ya había muerto... No había nada de que preocuparnos por fin sentí la libertad, después de mucho tiempo... Tal vez fue sólo como 2 semanas, sin embargo ahora me sentía mal por él... A duras penas logró zafarse de Akira, y ahora estaba en un hospital, compré algunas flores y fui a visitarlo... Obviamente debo estar agradecido por salvarme de ese loco y ayudarme a recuperar mis alas.

Llegué hasta la recepción y pregunté por él, sin embargo tal fue mi sorpresa cuando la enfermera me dijo que apenas ayer había salido de terapia intensiva... Rayos pasó casi un mes y Brian apenas salía de terapia intensiva.
Fui hasta su cuarto y llevé las flores, al verlo, aún seguía durmiendo... Tenía una mascarilla que le brindaba oxígeno.

–Hola bello durmiente... –le dije mientras le dejaba las flores en la mesita que ahí había, Brian me miro un poco mal.

–¿Que pasa?... ¿Porque no me saludas?... ¿Aún te sientes mal? –pregunte, Brian apenas y pudo negar con la cabeza.

–Ya veo aun estas débil –dije mientras me acercaba un poco a él, no se veía molesto pero tampoco contenta... Aún estaba adolorido.

–Bueno conociéndote me dirás que deje de molestarte... Pero vine a tratar de animarte y darte las gracias... –Ahora Brian tenía una cara de confusión total.

–Bien... Pues gracias por salvarme de ese lunático, seguramente no sabes demasiado de lo que paso ¿cierto? –Brian negó con la cabeza.

–Pues Akira es cosa del pasado... Ya estas mejor, si no me equivocó... –dije Brian sonrió, mientras le acariciaba la cabeza.

–Bien ya me tengo que ir pero te visitaré muy seguido, para que no te sientas aburrido o mejor para que sigas con tu mal humor... –Brian asintió, y me fui de ahí contento por verlo bien.

Pov. Brian

Me alegraba de alguna manera que alguien más que no fueran Yamato, Nara o Laura se preocupara por mí... Llevaba semanas en el hospital, tratando de sanar aunque las heridas dolían.

Esperé a que mi hermanito llegará de nuevo con esos ojos azules, y tratará de levantarme de la cama porque dormía o porque quería jugar conmigo, Yamato trataba de detenerlo diciéndole que aún no estaba en condiciones... La verdad me alegraba que todo este asunto con Akira hubiera terminado.

Sin embargo el trauma y la psicosis son irreparables.

A diario soñaba con Akira amenazándome con regresar, decirme que esto no había acabado y tratando de atormentarme, tenía que recibir terapias con psicólogos para que esto terminará...

Me deprimía constantemente, con mi situación... Me sentía enfermo... Agonizaba cada vez más...

Pov. Haruki

Había regresado de vuelta como todos los días, solía ir a visitar a Brian aunque tuviera cosas por hacer... Aunque casi no lo hacía, cuando llegué a su habitación me sorprendió verlo sin la mascarilla de oxígeno, y de pie observando la ventana, mientras sostenía el tripie con el cual llevaba el suero.

No decía palabra alguna estaba muy callado.

–Hola Brian... Veo que te sientes mejor... –dije con una sonrisa Brian me miro y enfocó una pequeña sonrisa.

–Si, así es ya estoy mejor... Gracias por preocuparte... –dijo, después de mucho tiempo pude escuchar su voz de niño mimado.

–Que bien... Ahora sentiré que todo valió la pena... Brian me pones tan feliz con que estes bien –dije abrazándolo, Brian se trató de separar un poco.

–¡¡Oye espera!!... Me asfixias...

–No te preocupes, te dare respiración de boca a boca si es necesario –dije a modo de broma.

–La última vez que te seguí la corriente saliste llorando... –dijo cruzando sus brazos y regresando a la cama.

–Bien... Si lo recuerdo, no sabes como esperaba discutir contigo... –dije emocionado.

–Y no sabes como esperé tener que contestar a tus locuras –dijo con tono de voz de siempre, en eso me fije por todos lados y saqué de los bolsillos de mi chaqueta un dulce.

–Un pajarito me dijo que te encanta el chocolate... –le entregue la barra, mientras Brian sonreía.

–Espera... ¿Quien te dijo?...

–Nadie... lo escuche de tu hermanito...

–Ya veo... ¿Pero porque?

–¿No es tu cumpleaños?... Tal vez me equivoque de fecha...

–Ha no... En realidad es mi cumpleaños gracias por darte cuenta... –dijo mientras escondía el chocolate en su almohada.

–Las enfermeras me matarían si me ven con esto... –sonrió.

–Así que eres un rebelde... –supuse, Brian me sonrió... En eso sentí como si mi corazón palpitara demasiado.

–Bueno... Sólo quería verte, y saber si ya te sentías mejor...

–Pensé que como andabas de ciudad en ciudad... Ya no volverías...

–Bueno en realidad no tengo mucho que hacer... Casi nada en realidad... –dije un poco desilusionado, Brian me acarició el cabello y dijo.

–Pareciera de Oro... Es muy lindo, y suave... El shampoo del hospital me deja el cabello horrible...

–Quieres que te contrabandee cosas mientras estas aquí... Se que la mafia lo hace pero yo no... –susurre esto último, tratando de mantener la identidad de Brian en secreto.

Me alegraba la salud del pelirrojo, en pocos días fue dado de alta... Y por sin regreso a casa por así decirlo, aunque todavía se sentía un poco débil... Me contó que había escuchado voces durante el coma en el que había caído.

El primer día en el que fue dado de alta, lo había acompañado hasta su casa, estaba conduciendo mientras Brian iba sentado en el asiento del copiloto.
Iba durmiéndose por el camino, cuando llegamos, lo ayude a bajarse, pues el dolor del pecho no se le iba a pasar en un buen rato.

Tuve que llevarlo a hasta la puerta de su casa, cuando al abrir nos encontramos con una fiesta literalmente... Todos se emocionaban y brindaban por Brian... Obviamente me obligaron a quedarme, después de todo no me negaría a una linda fiesta como esta.

RED: El Ángel De La Muerte.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz