Amargura del dolor.

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Pov. Haruki

Era una mañana más, apenas pasaron dos días desde el rescate, sus ojos aún seguían vendados, le quite la venda de los ojos por fin, según el médico debería estar un poco mejor, Brian abrió sus ojos pero volvió a cerrarlos de manera brusca, mientras los tapaba.

–¿Estas bien? –pregunte al ver su repentina acción.

–No puedo... No puedo ver nada... –dijo mientras se encojia y volvía a acostarse, –todo esta muy borroso.

–En unos días más estarás bien... –dije algo preocupado, Brian mantenía sus ojos cerrados, de estas escapaban algunas lágrimas, le acaricié la cabeza varías veces tratando de tranquilizarlo.

–Descuida tus ojos pronto estarán bien... –suspire, sin embargo sabía que algo le preocupaba más... Nara.

(...)

Pov. Hajime

No tenía tiempo para nada, sabía que Brian estaría muy herido, pero había aún un problema, los compañeros de Brian me perseguirían cuál perro, quería aparentar no saber nada del secuestro pero me vieron escapar del lugar además de que se me ocurrió mandar al estúpido tengu... Lo se no soy tan precavido pero ahora debía escapar tomé todas mis cosas y obvio las enormes alas del tengu que asesine no me las puedo llevar fácilmente, estaba empacando todo desde hace dos días me iría del país si era posible, sin embargo casi inmediatamente al huir con el automóvil de Akira, unos hombres me detuvieron, y obvio reconocí a una mujer de cabello oscuro amarrado en una coleta, que venía con un arma... Llegó hasta mí y me obligó a salir del auto.

–Dinos... ¿En donde tienes al niño?

–No tengo idea de lo que me hablas –replique recibiendo una patada en mi estómago.

–Confiesa bastardo... Si no recibirás el peor de los castigos...

–Si quieres al niño... Busca en la mansión Himura, sin embargo te diré que no he visto al niño en días, alguien se lo llevó... –me soltó, mientras los hombres revisaban el auto, no hallaron lo que buscaban.

–Escucha Hajime ahora te perdonamos la vida... Pero si vuelves a atentar contra la vida de Brian, estarás en grave riesgo.

–No lo volveré a hacer, ten por seguro que lo dejaré en paz... Por ahora –susurré lo último para que ella no lo escuchará me dio un golpe más y fue hasta su automóvil acompañada de su séquito, decidí aprovechar el momento y huir.

Pov. Laura

Llegábamos días intentando saber el paradero de Nara, pero nada nos lo aseguraba, buscamos en cada rincón de las presuntas casas en las que debía estar pero ahora sólo nos quedaba la mansión Himura, estábamos muy cerca... Pero al momento de llegar no encontramos nada, busque en cada rincón sin embargo me llevé una macabra sorpresa... en una vitrina, estaban las alas del tengu, cualquiera las reconocería, recordé el cadáver que Hajime arrastraba... ¿Eso significaba que Hajime mató al tengu?

Estaba tan distraída viendo esas enormes alas, cuando uno de mis acompañantes dijo.

–Señorita... Hemos encontrado varios cuerpos en el pasillo –ignore las alas y fui a ver de que se trataba... Un grupo de hombres muertos, y todos tenían marcas muy peculiares.

Entre a la habitación que parecía que necesitaban proteger, no había rastros de sangre, excepto algo que me llamó la atención, un cepillo con cabellos pelirrojos... Supuse que Nara debió estar aquí, la ventana estaba abierta salí para encontrarme con el estado deplorable de la mansión, estaba más abandonada que un viejo hospital psiquiátrico, y daba escalofríos de sólo ver algunos luces parpadeantes por el pasillo, ventanas rotas, manchas de sangre y plumas en el suelo, una habitación parecía esconder un oscuro secreto, un charco seco de sangre estaba en medio de la habitación, la cama también tenia una mancha seca de sangre, pareciera que esta mansión llevaba años abandonada, no había ni una alma en pena... Salimos de esta y vi el descuidado jardín, lo que antes fue una hermosa y majestuosa mansión, quedó echa ruinas tras la muerte de su malvado dueño.

RED: El Ángel De La Muerte.Where stories live. Discover now