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Instalarse en la casa no fue difícil.

La casa era de su agrado; era cálida, agradable y tener a la señora Rogers era un plus.

Steve, por el contrario a lo que imagino, le dio su espacio.

—Está es tu habitación. —El soldado lo miro atentamente, buscando algún signo de molestia o disgusto.

—¿Tu?

—... Vayamos lento. —El Capitán bajo la mirada—. Además, dudo que quieras dormir conmigo.

Imaginarse a él en la misma cama que el rubio... Le aterrada, pero también, muy en el fondo, le causaba una sensación extraña, agradable.

—Gracias.

No quiso darle más vuelta al asunto y dejó sus cosas en cualquier lugar.

Después se preocuparía por el orden.

—¿Cómodo? —Sarah lo miro con una gran sonrisa.

Él asintió.

Lo estaba, y eso lo espantada y lo alegraba en partes iguales.

—Tengo que salir. —El rubio llegó con un uniforme, que le hizo agua la boca.

Se veía... Atractivo quedaba corto.

—¿Dónde vas? —Al mismo tiempo que preguntó se arrepintió. Luego se dijo que tenía el derecho de saber.

—SHIELD esta comenzar a operar. —El Alfa lo miro intensamente—. Peggy hará las presentaciones.

¿Peggy? ¿Quién era Peggy?

—Suerte cariño. —La mujer acaricio el rostro de su hijo y éste beso su frente.

Una imagen conmovedora.

El soldado lo observo dudoso.

—Regresare tarde. —Se acercó a él—. Yo...

—Cuidate. —El Omega no le sonrió.

El rubio asintió y se encamino a la salida.

Sarah lo despidió en la puerta y con una gran sonrisa.

El castaño suspiro.

—Al menos ahora no estaré sola. —La señora Rogers parecía aliviada.

—¿Sola?

—Mi hijo puede tener misiones hasta de meses. —Comentó la rubia—. A veces, es algo estresante.

El pequeño genio se sorprendió por ese hecho.

¿No lo vería siempre?

Cansado, se retiró a su habitación; aun tenia mucho que pensar y asimilar. Su vida se había transformado de un día para otro.

Al llegar a la habitación, su ojos se concentraron en una rosa roja.

Resaltaba en toda la habitación.

—¿Qué...?

Asombrado, la tomó entre sus manos.

Su color era intenso, sus pétalos bien cuidados y su talló mantenía algunas espinas.

Era hermosa. 

SerendipiaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ