Serendipia

45

Steve no dejaba de ver al castaño, quien estaba muy concentrado en ciertos papeles.

—Tony... —El genio sólo hizo un moviento de cabeza—, dilo de nuevo.

El Omega levantó la mirada extrañado. Cuando vio los ojos azules llenos de emoción, fue cuando lo entendió.

—Ya lo dije. —Volvió a ver las hojas, evitando la sonrisa enamorada de su Alfa.

Steve comenzó a reír ante lo avergonzado que se ponía su esposo.

—Te amo, Tony. —Rogers adoraba recordárselo.

—Es imposible que no lo hicieras. —Comenzó Anthony con una sonrisa juguetona—. Soy atractivo, divertido, sexy...

El rubio no podía estar más feliz que en ese momento.

Regresar se sentía tan bien.

—Soy afortunado. —Termino el rubio.

—Muy afortunado. —Reitero el castaño.

Luego de unos minutos en silencio, Steve no pudo evitar preguntar lo que tenía rondando en su cabeza.

—¿Cómo está Bruce?

Su Omega bajo la mirada ante la mención del científico.

El soldado pensó lo peor.

—No está bien. —Anthony sonrió con tristeza—. Fui a verlo, pero no logré saber nada. Ahora estoy revisando los exámenes que le realizaron.

—¿Debemos preocuparnos?

—No estoy seguro. —El genio le paso los papeles—. Fue expuesto a rayos gamma cambiando su sistema en algo completamente... Diferente. No sé explicarlo.

—Experimentaron con él.

—Si, lo hicieron, pero algo salió mal.

Rogers no dejaba de leer lo que decían los exámenes; si bien era cierto que la mayoría resultaban ser palabras difíciles de entender, se daba una idea.

Bruce sufrió una alteración.

—¿Y Bucky...?

—Sintiendose culpable. —Su pareja se veía tenso—. Necesito hablar con Bruce, saber qué le hicieron exactamente y saber qué es Hulk.

—¿Hulk?

—Tampoco entiendo.

El Capitán asintió.

Todo se había tornado complicado para su amigo.

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Lo habían dado de alta antes de lo programado.

El suero había curado las heridas superficiales hasta las más severas.

Tony al fin respiraba tranquilo.

—Perdón por haberte preocupado.

—A mi no me pidas perdón. —Tony le regaló una sonrisa torcida—. Tu madre es la que te matará.

Steve trago asustado.

Estaba por dar una contestación, cuando se escucho un gran estruendo.

Agentes de SHIELD corrieron como refuerzo, buscando el causante de dicho problema.

—Tony, atrás de mí. —Rogers se puso enfrente del él, protegiéndolo.

El suelo comenzó a temblar ligeramente.

Anthony sintió el corazón desbocado; pisadas pesadas lo ponía en alerta.

Una gran bestia verde salió de entre la agencia derribando las paredes.

Una mirada feroz se dirigió hacia ellos.

"Bruce" fue lo primero que pensó. Él conocía esos ojos.

Hulk soltó un grito furioso.

Steve se preparó para pelear de ser necesario.

Y Tony sólo tenía dos opciones en cabeza; calmar la situación y hacerlos saber que él era Banner o proteger a su Alfa.

Su Omega interior gruñó de acuerdo por la segunda opción.