24

17.5K 1.9K 101
                                    

Steve parpadeo pensando que se trataba de una ilusión de su enamorado corazón.

Tony lo miraba con ojos grandes y debajo de sus cobijas.

—¿Qué...?

—Tardaste. —Reclamó el Omega, saliendo de la cama, para quedar frente al soldado.

Rogers lo miro atento.

—Lo siento. —Se disculpó el rubio mientras desviaba la mirada.

El aroma de su pareja era atractivo.

Seductor era la palabra.

—¿Cómo te fue en la misión? —El castaño dudo en sus movimientos, pero al final, paso sus brazos por los hombros del Capitán.

Éste se tenso.

—B-bien. —El Alfa carraspeo—. Peggy y Bucky...

—¿Peggy? —Tony frunció el ceño— ¿Estuvo Peggy contigo?

Steve le sonrió.

—Es fundadora y parte importante de SHIELD. —Aclaró.

El Omega lo miro serio.

Peggy, Peggy, Peggy, era todo lo que escuchaba estos días.

—¿Qué son ustedes dos? —Preguntó seco.

El soldado puso una mueca confusa.

—Sólo amigos Tony.

—Según "Bucky", eran muy cercanos. —Las manos del castaño tomaron las del rubio—. Tanto que pensó que ustedes se casarían.

Rogers trago duro.

Sus manos fueron puestas en la cintura de su esposo.

—Es un mal entendido. —Steve hizo el ademán de apartar sus manos, pero Anthony se reusó—. Tony...

—No te creo.

Azul y café se enfrentaron.

El soldado no entendía el comportamiento de su pareja.

—Eres el único para mi, Tony.

El genio pareció pensarlo.

—Entonces bésame. —Negocio el joven.

El hombre lo miro sorprendido.

—Tony, tú...

—Cada que te vas, lo haces sin besarme. —El castaño rodeó los hombros del Capitán— ¿No soy tu esposo?

—Lo eres. —Aseguró el Alfa.

—¿Entonces que esperas, Rogers?

El rubio no soporto más; lo beso con deseo.

Su cerebro se desconecto por completo.

Estar lejos de su Omega era estresante, incómodo, desesperante.

Sólo quería tocarlo, saber que estaba con él, que lo tenía a su merced.

Anthony abrió la boca y dejó que Rogers la explorará a su antojo.

Los celos lo cegaron, lo hicieron caer rendido ante sus deseos.

Quería a Steve Rogers... Lo quería para él y sólo para él.

Era su Alfa, su pareja, su esposo.

Necesitaba su calor.

—Steve... —Jadeo en cuanto sus labios fueron dejados.

El soldado junto sus frentes.

Amaba a Anthony con todo su ser.

—Te amo, Tony.

El Omega abrió los ojos en sorpresa; no supo que contestar.

¿Él lo amaba?

—Yo...

—No tienes que contestarme ahora. —Steve lo tomó de las mejillas—. Daré todo para que me ames igual como yo te amo a ti.

El Omega suspiro y asintió.

Necesitaba de ese Alfa.

Necesitaba de Steve.

Dejó que el rubio lo acostara en la cama y se dejó mimar con besos en la frente, nariz, ojos y boca.

Jamás en su vida se había sentido tan protegido y amado.

Rogers esa noche no intento nada.

Ambos durmieron en la misma cama y abrazados.

Tony estaba dándose cuenta.

—Me gustas Steve. 

SerendipiaOnde histórias criam vida. Descubra agora