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Tony mantenía un buen humor.

El unirse a SHIELD, no había sido tan mala idea.

Todos aquí lo miraban con verdadera fascinación... O al menos la mayoría.

Suspiro al escuchar murmullos a su espalda; para nadie era secreto que era el esposo del Capitán América, pero, tampoco pasaba por alto la ausencia de la mordida.

Razón suficiente para causar rumores.

—No los escuches. —Bruce le sonrió—. Sólo son celos

Anthony le devolvió la sonrisa, sin embargo, no pudo sostenerla por mucho tiempo.

—Apuesto a que el Capitán no es lo que parece. —Susurró una mujer de espantosa cara .

El genio frunció el ceño.

—¿Tony?

El castaño no le hizo caso, se encontraba matando con la mirada a la mujer.

Podía soportar que hablaran de él... ¿Pero de Steve?

—Tony, basta, no les tomes importancia. —Trató de calmar el científico.

—No Bruce, odio que se metan en mi vida y más si...

Calló ante los atentos ojos de Banner.

—¿Sí?

—... No pueden hablar mal de Steve. —Admitió el castaño.

Bruce se sorprendió ante sus palabras.

Anthony no lo miraba y un ligero sonrojo adornaba sus mejillas.

—¿Lo estás defendiendo?

—No merece que hablen mal de él, eso es todo.

Banner le sonrió pícaramente.

—Te gusta.

Y Tony no lo negó.

El Omega de anteojos sonrió triunfante. Steve Rogers era el Alfa indicado para el pequeño Stark.

—Es... Un hombre diferente. —Declaró Tony.

—Ustedes... No...

—Por favor, sí apenas y me besa. —El Omega infló sus mejillas.

De cierta forma, eso lo decepcionaba.

¿No le gustaba?

—El Capitán Rogers, no te ha...

—¿Marcado? No.

El mejor amigo de Anthony asintió, pensando.

Ciertamente, era bastante tiempo ya.

—Debe estar frustrado. —Comentó Bruce, sabiendo lo difícil que era para un Alfa no tomar a su Omega.

Tony... Tony se dijo que Steve no era el único frustrado.

SerendipiaWhere stories live. Discover now