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James estrelló su puño en el rostro de Alexander.

—¡Es un mal nacido! —Gritó lleno de ira el Alfa.

Pierce se toco la mandíbula. Varios hombres detuvieron al castaño, quien hacía todo el esfuerzo por saltarle encima al secretario.

—Sólo hice lo que se me ordeno. —Dijo, sin arrepentimiento alguno.

—¡Es un hijo de...!

—Bucky. —Steve intervino—. Suelten al sargento. —Los agentes que tenían preso al castaño dudaron en obedecer— ¡Ahora!

La voz de un Alfa Alto Rango era algo que no se podía desafiar, así que asustados, soltaron al soldado.

—Le pido que no interfiera, Capitán Rogers. —Pierce miró de mala manera al rubio.

—Y yo le pido que no haga cosas estúpidas. —Rogers estaba molesto—. Por su impertinencia, mi Omega por poco sale lastimado.

—Los Omegas se mantienen en casa, Capitán. —Alexander se mostraba burlón—. No es mi problema que no sepa controlarlo.

De un momento a otro, el Alfa mayor fue estrellado contra la pared, con la mano de Steve rodeando su cuello.

—Se me está acabando la paciencia, Secretario Pierce.

Los agentes se pusieron en posición, pero Barnes los paró.

—Si yo fuera ustedes, me alejaría. —Bucky sonrió confiado—. Él podría hacerlos trizas en segundos.

Alexander trataba de respirar.

—Yo no voy a partirle la cara. —La voz amenazante de Rogers, intimidó a los betas del lugar—. Yo voy a triturar sus huesos, sí usted se mete con mi pareja.

Al ver el miedo en la mirada de Pierce, Steve se dio por satisfecho y lo soltó.

—Ire a ver a Bruce. —Barnes miro como el mayor respiraba entrecortado en el suelo—. No quiero que se acerque a él.

—Le informaré a Margaret. —El Capitán le sonrió a James—. Ella sabrá que hacer con el secretario.

Pierce en el suelo, maldijo a los soldados.

—Esto no se va a quedar así.

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—Gracias Tony. —Bruce su puso la camisa que el genio le había dado.

—Es bueno saber que estás de regreso, amigo. —Bromeó el castaño.

Ambos se quedaron en silencio, buscando las palabras correctas.

—Es horrible ¿Cierto? —Banner escondió la cara en sus manos.

Tony sonrió y puso una mano en la espalda del científico.

—En realidad, el sujeto verde es agradable. —Anthony lo pensó—. Ellos tuvieron la culpa, tú sólo te defendías.

—Pude lastimar a alguien.

—Pudiste lastimar a James, pero no lo hiciste. —Contra argumento el Omega de Rogers—. Puedes manejarlo.

Bruce miró a su amigo.

—Me haré los estudios. —Aseguro el hombre de cabellos rizados—. Quiero estar con James, Tony.

—Y yo te voy a ayudar. —El genio le sonrió.

SerendipiaWhere stories live. Discover now