00

1.5K 115 7
                                    

Los dos compañeros se sentaron, acomodaron sus hojas y se pusieron los auriculares. Todo casi como un ritual sincronizado, pero no era nada de eso.
  Una luz roja se iluminó arriba de sus cabezas y sonrieron, como si alguien pudiera verlos.

—Bienvenidos una tarde más. Como siempre les habla, su servidor Jooheon —habló enérgicamente el pelirrojo, ubicando el micrófono para su comodidad.

—Y su otro servidor, Changkyun. Comenzamos otra tarde, para vos que estás ahí del otro lado disfrutando de nuestra compañía, tal vez dejando de lado tus apuntes para escucharnos —se sonrío junto con su compañero.

Luego de su presentación y de unas cuantas palabras más, comenzaron la tanda de música. Un alivio para sus orejas, ya que el auricular aplastaba sus cartílagos.

—Después de la emisión Minhyuk quiere hablar con nosotros —informó Jooheon, para luego tomar un poco de agua.

—¿Qué quiere? —se quejó el pelinegro— tengo que estudiar, empezar a estudiar, mejor dicho

Jooheon elevó sus hombros y volvió a colocarse los auriculares, ya casi terminaba la canción y debían volver a hablar.

—No creo que demore mucho —le respondió, dando por terminado el tema.

Changkyun respiró hondo e imitó su acción, seguido de otra charla con la audiencia.

Juntos estudiaban comunicación audiovisual, pero más que nada se dedicaban a ocupar la radio de la universidad ya que fueron los mejores de la clase durante las prácticas. Llevaron un proyecto hacia los directivos para mantener un programa de radio y así poder motivar a todos los estudiantes a seguir sus carreras. Solo media hora al aire y luego todos seguían con sus respectivas actividades.

Terminado el programa, se despidieron del estudiante a cargo del equipo de producción, sin él tampoco podrían hacer mucho.
  Luego de una caminata no tan larga por los pasillos del establecimiento llegaron al lugar donde Minhyuk los había citado, un salón que usaban para recreaciones, tanto cursos de fotografía como talleres de artes.

—¡Chicos! —gritó el rubio. Jooheon fue el primero en acercarse con una sonrisa y darle un corto abrazo.

—¿Qué pasa, Min? —preguntó Changkyun luego de saludarlo.

—Seguro saben que tengo un taller de lectura, ¿No? —ambos amigos se miraron, obvio no sabían. Min soltó un suspiro y siguió hablando— presenté un proyecto y blabla... cuestión, todos los martes invito a gente para leer

—Creo que ya sé por dónde va la cosa —interrumpió Jooheon, rascando su barbilla— ¿Querés que leamos?

—¡Sí! —sonrió ampliamente, agarrando el brazo de ambos para arrastrarlos dentro del aula.

—No, Minhyuk —se quejó el pelinegro, intentando soltarse— no puedo, tengo que estudiar y...

—No se van a poder negar, en serio —esta vez interrumpió el más alto.

Los tres entraron al aula y los dos locutores se quedaron congelados en el lugar, viendo al grupo de personas sentadas en un semicírculo.

—Bueno grupo, tengo lo prometido —llamó su atención. Al instante todos sonrieron y empezaron a murmurar entre ellos. Min volteó a ver a sus amigos y susurró— hablen

—H-Hola, soy Jooheon —habló el pelirrojo, intentando sonar lo más normal que podía.

—Y yo Changkyun, un placer conocerlos —le siguió, sin salir de su asombro. Minhyuk sonrió ampliamente y habló.

—Joo, Chang, bienvenidos al grupo de no videntes y de lectura

Todos los presentes aplaudieron, pero sin poder ver donde los dos amigos estaban parados. Si se dejaban llevar por sus otros sentidos, podían decir que estaban cerca de la puerta, a unos metros de ellos.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now