Capítulo 11

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Una semana después. Lunes por la mañana.

— Hey, Anne.

Era horario del recreo. Anabeth elevó la mirada, descubriendo a Clara tomando asiento junto a ella en las gradas.

— ¿Hmm? ¿Qué sucede, Clary? 

Luego de la discusión en el parque, el grupo había vuelto a una relativa estabilidad. Durante los recesos, Dalia y Anabeth volvieron a tener un trato ameno, por lo menos en la superficie.

Sin embargo, la castaña sabía que esa relativa "paz" entre ellas, en realidad solo era una mena ilusión. Las palabras que se habían dicho la una a la otra aún no se habían olvidado. Tan solo dejaron que el polvo se asentara y que el problema pasara a un segundo plano.

Honestamente, Anabeth dudaba que algún día su amistad volviera a ser la misma. 

Si bien el presunto acuerdo había dado frutos, con Erika, Clara y Dalia haciendo equipo por un lado  y Anabeth y Mycroft por otro, ella sospechaba que la azabache aún no consentía del todo la decisión del grupo, sin mencionar que su odio por el pelirrojo había aumentado considerablemente.

La rubia se mordió el labio con nerviosismo. No sabía exactamente cómo abordar la conversación. Anabeth, al ver su indecisión, decidió ir directo al grano.

— ¿Qué tienes que decirme que no me va a agradar?

Clara abrió los ojos con perplejidad.

— ¿Cómo lo...? No importa. Es sobre Dalia.

— ¿Qué quiere?

— Nada, en realidad no pasó nada. Solo quería charlar sobre... ella.

Clara desvió la mirada a la punta de sus zapatos. Lucía avergonzada. Anabeth la observó extrañada. Era muy inusual de su amiga hablar de terceros a sus espaldas. Y mucho menos cuando se trataba de sus mejores amigas.

— ¿Qué ocurrió?

— No me gusta decir esto. Pero necesitaba hablar con alguien... Tenías razón.

— ¿En qué?

— En todo. 

Anabeth elevó ambas cejas con interés.

— Sabes que la quiero mucho a Dalia, pero... —dijo, luego de una pausa—. Cuando dejaste de hacer equipo con nosotras y de hacer el trabajo de Dalia... Bueno, las cosas no han ido tan bien como crees.

"Por supuesto. Solo era cuestión de tiempo para que volviera a los viejos hábitos."

— Y Erika... ¿Cómo lo está manejando?

— Ella es la que peor sale de esto. Ya sabes lo exigentes que son sus padres. Ellos le reprochan por sus bajas notas y ella, a su vez, le echa la bronca a Dalia.  

Anabeth podía ver el cansancio, tanto físico como emocional, en los ojos de la rubia.

— Nos está volviendo locas. Promete hacer las cosas, pero por una excusa u otra, siempre logra lavarse las manos. Luego somos nosotras las que nos quedamos hasta tarde terminando los proyectos.

— Sí. Conozco esa clase de comportamiento.

— ¿Cómo pudiste soportarla todos estos años sin decir una palabra a nadie? Apenas han pasado semanas desde el arreglo y Erika y yo ya no sabemos qué hacer.

"Porque tengo facilidad en hacer ensayos y no me molestaba ayudar a una amiga. Porque creía que valía la pena el esfuerzo."

— Creía que era lo correcto. Siempre pensaba que tarde o temprano me iba a retribuir todo el esfuerzo. 

La Clase del 89' (Mycroft y tú)Where stories live. Discover now