Capítulo 46

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Jueves. Instituto Dallington.

Sonó la campana, marcando el final de la clase. Mycroft elevó una ceja con aburrimiento mientras veía desde su lugar cómo sus compañeros se amontonaban en la puerta, empujándose entre ellos para salir.

"Cómo ganado dejando el corral." Pensó el pelirrojo con disgusto.

Bajó la mirada, volviendo a su lectura. Sus ojos se movieron perezosamente sobre los párrafos sin prestar demasiada atención a su contenido. Solo era una forma de pasar el tiempo, hasta que el salón se vaciara por completo.

Escuchó un par de risas a sus espaldas. Por el rabillo del ojo observó a Anabeth platicando animadamente con su grupo de amigas unos cuatro bancos más atrás. La castaña se encontraba sentada en su lugar habitual, recargando su espalda contra la pared. Se la veía relajada, enfrascada en la conversación.

Mycroft, ignorando las risotadas de las chicas, regresó la mirada hacia su libro. En este punto, normalmente se levantaría de su asiento y saldría del aula. En esta ocasión, sin embargo, decidió permanecer en su lugar. Deseaba hablar con Anabeth a solas, por lo que esperó pacientemente a que las amigas de la castaña se retiraran. 

"La conversación comienza a decaer." Dedujo el joven, al notar como poco a poco el volumen de las voces se iba apagando. "Culminarán en los próximos cinco minutos."

Metió la mano debajo de su banco y de su interior extrajo un folleto. Pasó el pulgar por la solapa, mirándolo de manera contemplativa. Su mente se retrotrajo a la tarde del día anterior, más precisamente al momento en que ese programa le fue entregado.

Flashback.

<< La profesora Evans, una mujer joven de cabellos negros alborotados, observaba con atención el último acto. Cuando el protagonista dijo su diálogo final, la mujer se levantó de su asiento.

Y... ¡Fin! Ahora todos vayan al escenario... Eso es... Reverencia. Saludo. Y caída del telón. 

Todos obedecieron sus indicaciones. Ella, al ver el gran final, sonrió encantada.

Excelente, chicos. Hemos terminado por hoy. —anunció alegremente.

Mycroft, al igual que el resto de los actores, comenzó a bajar del escenario. Esa había sido otra clase tediosa. Daba gracias de que ya había llegado a su fin.

Esperen. Aún no se vayan. —los frenó de golpe, indicándoles que formaran una ronda alrededor de ella.

Sin más remedio, Mycroft se unió a sus compañeros. Mantuvo su expresión indiferente en todo momento, ocultando su fastidio interno.

Como ya saben, este era nuestro último ensayo. He visto todo el progreso que han hecho a lo largo del mes. Se han esforzado maravillosamente...

"Por el amor de Dios, a nadie le interesa su palabrería empalagosa. Vaya al grano, Evans." Masculló el pelirrojo para sus adentros, contando los segundos para largarse de allí.

Transcurrieron dos minutos en los que la mujer dio su discurso motivador, guardando el anuncio más importante para el final.

...y es por esto que la fecha de la función fue adelantada para este viernes. —continuó con su monólogo—. No se preocupen. Charlie me aseguró que sus vestuarios estarán listos en tiempo y forma. Así que nos veremos en dos días. ¡Y estudien sus líneas! —sonrió de oreja a oreja, liberando a la clase.

Mycroft rodó los ojos. No soportaba el optimismo de Evans.

Como de costumbre, dejó que sus compañeros salieran primero. No le gustaba estar en el medio de la multitud. Se hizo a un lado, dejando que la sala se vaciara poco a poco. Luego de unos momentos, comenzó a caminar hacia la salida. 

La Clase del 89' (Mycroft y tú)Where stories live. Discover now