Capítulo 47

1.1K 189 59
                                    

Viernes por la mañana.

Anabeth levantó la cabeza, en un intento por prestar atención a la clase de matemáticas. 

— Comiencen a hacer los ejercicios de la página 45. Los corregiremos en la siguiente hora.

Los alumnos abrieron sus manuales en la página indicada, pero solo unos pocos obedecieron a la mujer. El resto comenzó a hablar por lo bajo como si fuera una hora libre.

Anabeth suspendió el lápiz sobre la hoja, dispuesta a cumplir con la consigna. Sus ojos hicieron un recorrido por toda el aula, antes regresar su vista al libro.

Sin importar cuanto lo intentara, su mente simplemente se iba de la clase. Era incapaz de concentrarse y sabía perfectamente a qué se debía.

Hoy era el día en que se reuniría con Dan. Su incertidumbre y ansiedad iban creciendo conforme pasaban las horas. Desde el día anterior, había estado pensando en qué le diría al muchacho y en cómo se lo diría. Aquella iba a ser una reunión incómoda y quería estar mentalmente preparada para cuando ocurriera.

Jugó con el lápiz entre sus dedos, mientras que en su mente analizaba todos los escenarios posibles. Si bien era consciente de que no había forma de predecir cuál sería el desenlace de esa difícil conversación, al menos se aseguraría de tener algún discurso preparado para antes de las 4pm.

Unos golpes en la puerta la sacan de su ensoñación. Voltea la cabeza, al igual que el resto de sus compañeros, hacia el frente del salón.

— Adelante. —dijo la profesora desde su escritorio.

La puerta se abrió, revelando a un hombre de baja estatura. Era rubio, de contextura atlética y mirada seria. Anabeth lo reconoció al instante. Era su entrenador de vóley. El profesor Linnet.

— Disculpa Carol, ¿puedo retirar a dos de tus alumnas? Solo será unos minutos. —consultó Linnet, sin cruzar el umbral de la puerta. Al ver que ella asentía, volvió a hablar— ¿Anabeth Smith y Laura Schuyler?

— Vayan chicas. —indicó la mujer, dándoles el visto bueno para partir.

En seguida, las nombradas se pusieron de pie y siguieron a su entrenador.

Mientras caminaban por el pasillo, Laura se acercó a la ojimiel y le susurró al oído.

— ¿Sabe algo de esto, capitana? 

— No tengo idea... Y ya te dije que dejaras de llamarme así.

— Perdón, capitana. Es la costumbre. —se encogió de hombros, sin mostrar ni un ápice de culpa.

Anabeth rodó los ojos y le dio un suave empujón, apartándola de su persona. Ignoró la sonrisa divertida en el rostro de Laura y siguió andando.

Linnet las condujo hasta su despacho, donde las aguardaba el resto del equipo. Anabeth miró a sus compañeras que, al igual que ella, también desconocían el motivo de la reunión.

— Perdón chicas por tener que reunirlas de forma tan repentina. —Linnet comenzó a hablar—. Me acabaron de avisar, hace menos de veinte minutos, que hoy el colegio suspenderá las actividades deportivas. —anunció con un deje de molestia en su voz. Al parecer, él estaba tan sorprendido como sus alumnas.

El equipo se miró entre sí. Las caras de sorpresa y confusión no se hicieron esperar. Inmediatamente las jugadoras comenzaron a hacer preguntas. El hombre tuvo que poner orden, repitiendo una y otra vez que hablaran de a una. Señaló a una de las chicas que había levantado la mano, dándole la palabra. 

— ¿Entonces hoy nos podemos ir temprano? —habló, esperanzada.

— Sí, saldrán en el mismo horario con el resto de sus compañeros de clase. Siguiente.

La Clase del 89' (Mycroft y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora