Capítulo 56

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Domingo, principios de abril. Residencia Holmes.

— Myc, ¿cómo fue tu semana? —preguntó Margaret, mientras pinchaba un trozo de su comida.

El pelirrojo desvió los ojos de su almuerzo y se posaron sobre la mujer. Tragó con dificultad, sintiendo como el bocado de pollo se asentaba pesadamente en su estómago.

— Como de costumbre, madre.

"Hora del informe semanal." Se dijo el muchacho con pesar.

Cada fin de semana sin falta su madre consultaba sus calificaciones. Estos interrogatorios eran concisos y las preguntas siempre eran directas. Con el tiempo, Mycroft se había acostumbrado a mostrarse indiferente y atenerse a responder solo lo indispensable. Era preferible ir directamente al grano.

— ¿Examen de matemáticas?

A+

— ¿Ensayo de Historia?

A+

— ¿Informe de Literatura?

Mycroft tardó un segundo entero en contestar.

B+

— Muy bien. —asintió la mujer, regresando a sus alimentos.

Mycroft liberó todo el aire que no sabía que había estado conteniendo. Si bien el intercambio informativo había culminado, no podía evitar sentir cierta tensión sobre sus hombros.

Respiró hondo, contemplando su almuerzo. Tomó el tenedor y continuó comiendo.

Aunque, por desgracia, ya había perdido todo el apetito.

***

El almuerzo transcurrió en paz, entre ruidos de cubiertos y diálogos intrascendentes. Por fortuna, el tema del colegio no había vuelto a ser tocado.

Una vez que la mesa fue levantada, Sherlock corrió a encerrarse en sus aposentos. Siguer se dirigió a su despacho. Al parecer tenía algunos asuntos del trabajo pendientes. Lo que dejaba a Mycroft y a Margaret solos en el comedor.

El pelirrojo empujó su silla hacia atrás y se puso de pie, con intenciones de retirarse a la biblioteca. Sin embargo, sus planes se vieron interrumpidos por las palabras de la mujer.

— ¿Podrías mostrarme ese informe? —consultó con tranquilidad.

Esa orden, disfrazada de pregunta, estremeció al joven.

"Lo sabía." Masculló para sus adentros, sintiendo que la tensión en sus hombros se acrecentaba.

— Por supuesto, madre. —habló, mostrándose condescendiente.

Se puso de pie y fue a por él. No es como si le quedaran alternativas.

No tardó mucho en encontrarlo entre las hojas de su carpeta. Observó con profunda molestia la calificación, recordando a la idiota que se la había puesto en primer lugar.

Flashback

<< — ¿Una B+? —preguntó con calma, aunque por dentro estuviese recitando una larga lista de improperios.

Claro que esos pensamientos inapropiados no se reflejaron en su rostro.

Muy buen trabajo, Mycroft. —halagó la profesora Morgan.

La mujer tenía una sonrisa dulce en su rostro, de esas que se ganan el afecto de todos los estudiantes. Su actitud bien podría asemejarse a la de una niña soñadora. Sus clases de literatura siempre estaban abiertas al diálogo y alentaba a los alumnos a participar en ellas.

La Clase del 89' (Mycroft y tú)Where stories live. Discover now