#027 𝐌𝐄𝐑𝐌𝐀𝐈𝐃

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❁ཻུ۪۪⸙͎.' yungi

027 ꒰ 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧.
mingi cumplía años y quería disfrazarse de sirena

Yunho dejó el disfraz de pirata que había elegido sobre el mostrador y sacó su billetera luego de que la cajera le dijese el precio que debía pagar por él

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Yunho dejó el disfraz de pirata que había elegido sobre el mostrador y sacó su billetera luego de que la cajera le dijese el precio que debía pagar por él. Mingi aún daba vueltas por toda la tienda en búsqueda de un disfraz de sirena, pero todos eran demasiado pequeños para él.

―Min, deberías considerar buscar otro disfraz ―dijo Yunho ahogando un bostezo, parándose detrás de él y rodeando sus hombros en un abrazo.

Era la última tienda que visitaban en el día, a solo una semana del cumpleaños de Mingi. El menor se dejó caer en el pecho de su novio y suspiró pesadamente.

―Yo en serio quería vestirme de sirena ―murmuró abultando los labios.

Mingi dejó el traje que, evidentemente, era muy pequeño para él y suspiró nuevamente. Se dio media vuelta y recargó la frente en el hombro de Yunho, posteriormente, el mayor hizo que Mingi alzara nuevamente la cabeza y besó sus labios hechos morritos.

―Mañana seguimos buscando, bebé ―susurró Yunho tomando su mano, comenzando a caminar hacia la salida con su propio disfraz en una bolsa y otros artículos de cotillón que habían comprado para la celebración.

―No importa ―dijo desganado, su ceño fruncido y sus labios abultados en exceso―. Buscaré un traje de pirata o algo así.

Yunho asintió varias veces no muy convencido y, cuando llegaron a su auto, abrió la puerta para Mingi antes de subirse de piloto. El menor subió de un sentón y se colocó el cinturón con violencia, cruzando los brazos sobre su pecho.

―¿Estás haciendo berrinche? ―preguntó Yunho apunto de colocar la llave en el contacto.

―No ―dijo desviando la mirada.

―Gigi ―Yunho suspiró, sin encender el vehículo aún, hablando con toda la dulzura que siempre le demostraba a su novio―. Mira, no te preocupes, ¿sí? Mañana seguimos buscando algo que te guste.

Yunho frotó su cabeza en el hombro de Mingi y besó su cuello y mejillas varias veces antes de despegarse de él. Sin embargo, no hizo nada sino hasta que Mingi le respondió.

―Está bien... ―Deshizo sus morritos y devolvió un beso de caramelo en la mejilla hinchada de su novio.

Yunho sonrió negando con la cabeza y condujo hacia el departamento que ambos compartían. Luego de estacionar en el aparcamiento de los edificios, Yunho y Mingi subieron hasta su hogar entre pequeñas charlas y empujoncitos.

―Sube a darte un baño, bebé, te seguiré en un santiamén. Luego haré algo de cenar para los dos. ―Yunho dejó todas las bolsas en el hall de entrada y luego de quitarse los zapatos, procedió a sanitizar sus manos y las de Mingi.

Mingi asintió varias veces y corrió hacia el baño para preparar el agua caliente, una vez que la bañera estuvo cargada, llamó a Yunho. A Mingi le gustaba que Yunho cuidara de él, aunque a veces se sentía tonto y poco empático, agradecía y amaba que el mayor hiciera todas esas cosas por él.

Yunho tomó su teléfono apenas vio que Mingi desaparecía dentro del baño y marcó el número de Hongjoong.

―Hey, hyung. Disculpa que te hable a estas horas... ―comenzó en tono bajo.

(...)

Faltaba media hora para la fiesta de cumpleaños de Mingi y todo estaba listo. La comida, la decoración, la música, todo era perfecto. Les tomó aproximadamente dos horas montar todo aquello y aunque Mingi hubiera preferido vestirse de sirena, tuvo que conformarse con un tonto disfraz de Peter Pan que no le hacía gracia.

Mingi tiró los últimos inflables a la piscina de la casa que habían alquilado para la ocasión y, rascando su pancita, se dirigió hacia la casa para cambiarse.

―Princesa ―llamó Yunho desde la cocina, habiendo guardado las bebidas y, también, apunto de subir a cambiarse―. Ven, vamos a cambiarnos. ―Estiró su mano para que el menor la tomara y así ambos se dirigieron a la habitación.

Mingi miró el traje de Peter Pan y arrugó la carita antes de quitarlo de su empaque.

―Oh, oh. No tan rápido, velocista. ―Yunho le quitó el traje de las manos con cuidado.

Mingi miró a su novio sin comprender y ladeó la cabeza.

―Sabía que tampoco te gustaba el disfraz, Yuyu ―dijo posando sus manos en sus caderas.

―Sí, está feo ―admitió Yunho, riendo bajito―. Cierra los ojos, tengo una sorpresa para ti.

Mingi acató la petición del mayor y cerró los ojos, dando pequeños saltitos en su lugar, pues le encantaban las sorpresas. ¡Y más si eran de Yuyu!

Yunho tomó sus brazos y los extendió para que Mingi tomara algo con ellos, aún con los ojos cerrados, el menor se dejó hacer. Yunho se dirigió hacia el armario y con toda la sutileza posible, quitó la prenda se su caja y la colocó sobre las manos de su novio, carraspeando bajito para que este abriera los ojos.

El menor sintió un peso caer sobre sus manos y la textura de una tela que se le hizo familiar. Abrió los ojos rápidamente y chilló de alegría al darse cuenta de qué era lo que Yunho le estaba dando.

―Yuyu... ¡Eres el mejor novio del mundo! ―gritó abrazándolo por los hombros, dejando decenas de besitos sonoros en el rostro del más alto, quien reía en pequeñas carcajadas debido a las cosquillas que los labios suaves de su novio le causaban―. Muchas gracias, muchas gracias... ¿Dónde lo conseguiste?

Mingi admiró el disfraz de sirena, tan perfecto y hermoso como el que había visto en una tienda hace unos días.

―Mi vida, me parece que olvidas que nuestro mejor amigo confecciona prendas... Sólo le hice un pedido especial. ―Acarició el cabello rojizo del menor, tratando de no despeinar sus perfectos rizos―. Ahora póntelo. ¡Quiero verte! Espero no haberme equivocado en las medidas...

Mingi asintió rápidamente y, luego de una sesión fugas de besitos, comenzó a quitarse su ropa.

Yunho se tapó los ojos hasta que Mingi estuviera totalmente producido y justo antes de que este se pusiera la cola de sirena, se sentó en el regazo de Yunho sobre la cama y agradeció nuevamente por la sorpresa.

―Es hermoso, muchas gracias, Yuyu ―susurró sobre los labios ajenos, con sus manos sosteniendo las preciosas mejillas de Yunho, su mundo.

―Nada es más hermoso que tú siendo feliz. ―Yunho apretó la cintura delgada de su princesa en sus manos y atrapó los gruesos labios entre los suyos―. Ahora, ponte esa cola y vamos a celebrar tu cumpleaños, mi hermosa sirena ―exclamó dándole una nalgada.

Mingi sonrió en grande.

Mar

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Mar., 19 de Enero 2021

tengo mucho sueño, mañana corrijo o arreglo 😞👏

OH, BOY ⸺yungi & hongmin。2019Where stories live. Discover now