≽˖՞💜 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ mingi atrapó un beso
volador, riendo como
un niño avergonzado.
yunho sonrió encantado,
hasta que el siguiente beso
fue aplastado como a un...
052 ☠︎︎ 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧 wooyoung encuentra una cámara en la habitación de mingi.
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Mingi pasó las últimas horas en su habitación, estaba agotado por tanto trabajo. Llegó a eso de las cuatro de la tarde y se echó a dormir sobre sus sábanas, no había pegado un ojo en más de veinticuatro horas y estaba colapsando. Sus extremidades dolían y punzaban, su cabeza estaba a nada de estallar.
Mingi no era precisamente la persona más atenta, ni siquiera se daba cuenta de algo que estaba pasando enfrente de sus narices sino hasta que chocara con ello. Por eso todo el mundo oculataba las cosas, que él no podía ver, a simple vista. Como una cámara espía en la puerta del placard frente a su cama.
―¡Mangi! ―Wooyoung ingresó a su habitación arrastrando los pies, tenía una almohada dentro de su camiseta y caminaba como pingüino.
Mingi parpadeó confuso y con sus ojitos decaídos miró al menor, una sonrisita se escapó de sus labios al verle. Mingi se incorporó y vio por la ventana, dándose cuenta de que ya había oscurecido.
―¿Qué tienes ahí? ―inquirió Mingi con suz gangosa.
Wooyoung se subió a la cama, sentándose sobre sus propios tobillos y sonrió.
―Estoy embarazado. ―Wooyoung acarició su estómago con una gran sonrisa, logrando que Mingi riera bajito.
―¿Ah, sí? Entonces estás embarazado. ―Mingi chapoteó sus labios y rio nuevamente―. ¿Por qué?
Wooyoung se arrastró hasta sentarse a su lado, apoyando la espalda en la cabecera de la cama. Miró al mayor y abultó los labios.
―Perdí una apuesta contra Yeosang.
Mingi frunció el ceño, sin comprender.
―Yo tampoco entiendo el castigo ―murmuró Wooyoung parpadeando varias veces, poniendo su dedo índice sobre su sien para señalar que Yeosang estaba loco―. Aunque Hwa me dijo que me veía lindo muchas veces, creo que es un premio, guión, castigo. Los chicos son personas raras.
Mingi sonrió ante la risilla coqueta del menor y se abrazó a él y a su gran vientre falso, todavía adormilado.
―¿Yunho dónde anda? ―preguntó Mingi contra la ropa ajena, pocos segundos después.
―Ah, no lo sé, todavía no llega. ―Wooyoung se recostó para que el mayor pudiera abrazarlo mejor y su vista instantáneamente fue al punto negro con un pequeño destello en la puerta del placard abierto de Mingi, justo frente a él―. Oye, Mangi. ¿Qué es eso? ―Wooyoung apuntó, creyendo que se trataba de algún insecto.
Mingi miró el sitio donde el menor apuntó, sin encontrar nada de su interés.
