≽˖՞💜 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ mingi atrapó un beso
volador, riendo como
un niño avergonzado.
yunho sonrió encantado,
hasta que el siguiente beso
fue aplastado como a un...
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Mingi gruñó por lo bajo luego del segundo trueno que resonó por toda la ciudad, agachándose para limpiar el aceite que había volcado (por suerte, aún frío) gracias al susto que el clima causó en él. Realmente a Mingi no le asustaban tanto las tormentas, mientras fueran prácticamente silenciosas o estuviera acompañado; sin embargo, cuando estaba solo era cuando se sentía desfallecer a causa de ellas.
Para su mala fortuna, su novio aún no llegaba del trabajo y Mingi se encontraba tratando de hacer la cena. Lo habría logrado hacía rato si no fuera porque esperó un momento a que la tormenta dejara de ser tan ruidosa.
Los relámpagos iluminaban toda la cocina opacando la tenue luz que él manejaba y los fuertes truenos le hacían saltar. Se quejó en voz alta más de una vez con blasfemias.
―Estoy en casa ―oyó Mingi el murmullo de su novio, apenas opacado por la fuerte lluvia.
Mingi, inmediatamente, dejó de hacer lo que estaba haciendo y corrió a los brazos de su cansado chico.
―¡Sé que estas cansado y quieres una ducha y la cama solamente, pero por favor come mi comida! ―exclamó Mingi con gritos exagerados y roncos, aferrado infantilmente al cuerpo de su novio, quien no lucía sorprendido.
Yunho acarició la cabeza de Mingi, dejando un beso en su frente cuando se hubo apartado lo suficiente.
―No estoy tan cansado, y no olvidé qué día es ―dijo Yunho, elevando la bolsa de cartón que llevaba en su mano evidenciando que esta vez sí había recordado el día blanco.
―Olvidaste San Valentín ―murmuró Mingi, abultando los labios tras recordar ese triste día.
La comida se había enfriado sobre la mesa, las velas apagado y Mingi dormido sobre su plato con la mejilla llena de arroz.
―Hice carne asada con fideos ―exclamó Mingi, de repente recuperando el humor y arrastrándolo nuevamente.
―Me encanta ―susurró el mayor, dejando besos sobre la cien de su pareja y abrazándolo por detrás.
Mingi rio tímidamente con un sonido agudo, completamente enamorado de su novio. La cena que había preparado quizás estaba desabrida o con una mala cocción, quizá se había enfriado o no, pero Yunho se empeñó a halagarlo tras cada bocado, consiguiendo una sonrisa genuina de su novio.
Mingi también tenía preparado un postre, salvo que este lo había pedido en una tienda. Después de la cena bajo una tormenta imparable y ruidosa, Yunho y Mingi degustaron un rico helado artesanal, acobijados en el sillón con una serie reproduciéndose en la televisión.
Mingi no estaba mirando, sólo se concentraba en el calor que el cuerpo ajeno le proporcionaba haciendo contraste con el frío que sufrían su garganta y pecho debido al postre.
Yunho tampoco estaba mirando la televisión, estaba más entretenido acariciando la cabellera rizada de su pequeño Gigi. Para Yunho era difícil tener que trabajar doble tiempo, pero prefería hacerlo a tener que dejar que el menor lo hiciera.
Aunque se estuviera cayendo del sueño y sus ojos estuvieran llorosos debido al ardor, Yunho prefería mil veces estar donde estaba, con su chico en sus brazos mientras le oía reír o quejarse.
Mingi era todo lo que Yunho necesitaba para estar bien, era tan puro, tan sano, tan hermoso, que no sabría qué hacer si un día, este simplemente le dejara.
Yunho suspiró y un “te amo” se escapó de sus labios, no fue hasta que Mingi dijo “también te amo” que lo notó.
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━ ˏˋ me encantó 🥰
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