#054 𝐘𝐎𝐔 𝐒𝐀𝐈𝐃 𝐘𝐄𝐒

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YunGi
La relación de Yunho y Mingi era desastrosa y ninguno de los dos le daba fin a ello.

YunGiLa relación de Yunho y Mingi era desastrosa y ninguno de los dos le daba fin a ello

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―Yunho...

El nombre del mayor salió de los labios de Mingi como una súplica. Sus piernas y manos temblaban, estaba aferrado a los hombros de Yunho y su cuerpo entero se sentía caliente por los nervios, incluso sudor bajaba por su espalda.

La respiración de Mingi era rápida.

Yunho le veía mordiendo su labio, estaba caliente y el menor no tenía idea de cuánto le ponía su cuerpo. Las piernas lechosas de Mingi eran su perdición y era la primera vez que tocaba su pomposo trasero, por lo que Yunho se sentía abrumado y extasiado.

―Está apretado... ―Yunho acarició su entrada por encima con dos dedos.

La sensación de los dedos ajenos allí atrás hizo que Mingi temblara incómodo. Ni siquiera él se había tocado ahí antes.

―E... Estoy nervioso ―admitió Mingi, inseguro, mordiendo su lengua después de hablar.

Yunho rodó los ojos y negó un par de veces con la cabeza. Sentía que el menor estaba exagerando.

―No te preocupes. Inclínate un poco, alza el trasero ―ordenó Yunho y al ver que Mingi no lo hizo, frunció el ceño―. Ya dijiste que sí, apúrate.

El tono enojado en la voz del mayor hizo que Mingi se sintiera mal. Lentamente, Mingi se inclinó y cerró los ojos con fuerza al sentir las manos ajenas separando sus glúteos nuevamente.

―Será rápido, sólo la puntita. ―La promesa de Yunho se repitió como hace media hora, cuando Mingi había (después de tanta insistencia) accedido.

Yunho estaba duro, su grueso miembro de dieciocho centímetros se veía realmente doloroso, por lo que Mingi no se había atrevido siquiera a tocarlo. Mingi no era muy inocente, pero definitivamente no estaba muy informado acerca del sexo seguro ya que hasta entonces no le interesaba practicarlo, y ni siquiera sabía que necesitaban lubricante.

Yunho metió un dedo en su entrada y Mingi movió su cadera hacia arriba tratando de alejarse por el disgusto, pero Yunho lo atrajo hacia él nuevamente enterrando dos cuartos de su dedo derepente.

Mingi jadeó y volvió a esconder la cara en el hombro de Yunho.

―¿Es incómodo? ―preguntó Yunho sintiendo las paredes del trasero de su novio rodear su dedo con presión.

Mingi asintió una sola vez.

―Está bien, lo sacaré. ―Yunho bufó con molestia y quitó sin cuidado sus manos del trasero de Mingi―. No te quejes si duele.

Yunho se incorporó en la cama y de un movimiento colocó al menor boca abajo, metiéndose entre sus piernas.

―¿Sólo... sólo la puntita? ―preguntó Mingi en un tono agudo, sintiendo todavía la sensación extraña en su zona íntima.

Mingi realmente no quería tener sexo, pero Yunho se había molestado por tener que insistirle, diciendo que era muy marica si no se animaba a hacerlo con él. Mingi creía que jugaba, puesto que Yunho no lo había tratado así antes, sin embargo, ahora todas esas palabras dolían y ya no quería escucharlas.

―Sí, sí.

Yunho bajó sus pantalones deportivos hasta las rodillas y se colocó detrás del menor de tal forma que sus piernas le tocaban los glúteos. Su miembro descansó sobre Mingi por unos segundos y la vista sólo causó que Yunho se excitara aún más, preguntándose qué tan profundo llegaría si pudiera enterrarse por completo.

Con esa idea en su cabeza, Yunho sonrió.

Yunho masturbó su propia erección y gotas espesas de semen cayeron sobre las piernas de Mingi, con su dedo, Yunho untó la entrada del menor y luego procedió a colocar su glande en la zona.

Mingi respiró profundo.

―Espera...

Yunho se introdujo un poco, tan sólo unos centímetros. Mingi tembló y mordió la almohada con fuerza, sintiendo un fuerte ardor.

―No, no lo hagas... ―Mingi pidió, tratando de alejarse nuevamente, pero su voz sonó muy baja y Yunho volvió a atraer sus caderas hacia su cuerpo.

Yunho mordió su labio inferior sintiendo profundo placer, comenzó a moverse lentamente, tratando de no meter toda su extensión dentro de su novio así como había prometido. La rapidez fue en aumento, sujetó con fuerza las delicadas caderas del menor dejando marcas rojizas.

La cama comenzó a sonar, golpeando contra la pared. Yunho jadeó, giró sus ojos, perdió fuerza en sus piernas, pero las embestidas no pararon. Mingi lloriqueaba incómodo y adolorido, pero ninguna palabra salió de su boca, no estaba sintiendo absolutamente ningún tipo de placer, sólo incomodidad y algo de ardor.

No fue hasta que sintió el cuerpo de Yunho impactar contra el suyo que jadeó más fuerte, con dolor. Yunho se había enterrado en él, y las embestidas continuaron.

―Yunho... no. Espera un poco...

―Ya casi, Min ―Yunho no hizo caso a la petición del menor―. Aguanta, no seas marica.

Jeong apretó con más fuerza las caderas de Mingi entre sus manos y se corrió dentro, dejando salir a la par un fuerte jadeo. Mingi se sacudió y, con la respiración aún más agitada, sintió ser llenado con la caliente corrida del mayor. Sus ojos se hallaban humedecidos, producto del feo sentimiento en su pecho.

Yunho salió de él y se recostó en la cama, agotado.

El chico de diecisiete años se levantó y, con las piernas temblorosas, fue hasta el baño. Encendió la luz y el reflejo que le devolvió el espejo hizo que Mingi jadeara. Bajó la mirada a su miembro flácido y frunció el ceño, eso no había sido para nada excitante ni divertido.

Su cintura dolía y su entrada escurría, con cuidado, Mingi se sentó en el váter y el semen del mayor comenzó a caer de a poco. El pecho de Mingi dolía, su cuerpo se sentía entumecido.

Poco después, casi en automático, Mingi salió de su baño y miró a Yunho en la cama, el mayor se encontraba tranquilo, viendo la pantalla de su celular.

―Yun...

―Oye, lo siento. ―Yunho se sentó en la cama y alzó ambos brazos para que Mingi se acercara a él―. Me pasé un poco, pero está bien ¿verdad?

La linda sonrisa en su cara hizo a Mingi fruncir el ceño. Sólo era sexo, pero ¿por qué le dolía tanto? Mingi asintió y caminó hasta la cama, se dejó envolver por los brazos ajenos y cerró los ojos, sintiéndose adormilado.

Entre sueños, las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.

18122021

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18122021

me desactivo de la vidA

OH, BOY ⸺yungi & hongmin。2019Where stories live. Discover now