≽˖՞💜 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ mingi atrapó un beso
volador, riendo como
un niño avergonzado.
yunho sonrió encantado,
hasta que el siguiente beso
fue aplastado como a un...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
―No importa dónde ―Hongjoong soltó una risa corta―. Pasaré por ti al salir, sólo usa algo cómodo.
Mingi mordió su labio inferior, removiéndose en la silla. Tecleó en su computadora fingiendo que estaba concentrado en el reporte, fingiendo que no le importaba la vida amorosa de Hongjoong, aunque la realidad era que estaba muy atento a las palabras del mayor.
Todavía Mingi no sabía si esa persona era su novio, pero todos los días durante una semana, Hongjoong hablaba por teléfono poco antes de que su turno terminara, armando el plan de la noche. Usualmente salían a comer a algún restaurante, aunque una vez se juntaron en casa del mayor. Mingi no había querido ir a su departamento ese día. Habían terminado hace dos meses, bueno, mes y medio... Hongjoong no parecía estarlo tomando con calma, y eso le dolía.
―No me des un adelanto como ese ―Hongjoong mordió su labio tratando de contener una risa avergonzada, dando vuelta en su silla giratoria para darle la espalda a Mingi―. Guarda un poco para más tarde, nos vemos.
Mingi masajeó el centro de su pecho, apagó la computadora y comenzó a guardar sus cosas. Odiaba escuchar las conversaciones de Hongjoong, aunque no podía evitar prestar atención, y el mayor no parecía muy interesado en mantenerlas privadas.
Terminaron hace poco, Hongjoong lo había encontrado en una situación que Mingi no pudo explicar y desde entonces, toda la indiferencia que cabía en ese pequeño cuerpo fue volcada sobre él. Mingi estaba demasiado aturdido para poder explicarle inmediatamente, y cuando lo intentó, Hongjoong aplicó la ley del hielo. Claramente le hizo saber que era un estúpido y que su relación se había acabado.
Mingi no pudo decirle nada.
El jefe Park cruzó el pasillo y vio al detective sujetarse de su correa mientras esperaba el ascensor. Podía notar cierto temblor en su cuerpo e intuía de qué se trataba.
―Ya déjalo, si no quiere escuchar... ―Seonghwa cruzó los brazos sobre su pecho.
Seonghwa conocía la relación que habían tenido (aunque pasaron la mayor parte del tiempo en secreto) y sabía cómo habían terminado las cosas.
―Ya me rendí... ―Mingi subió la cabeza, dejando de jugar con las correas.
―¿Te rendiste? ―Seonghwa alzó las cejas, sorprendido.
Pasó el último mes tratando de convencer a Mingi de que dejara de humillarse a sí mismo, sin éxito. Le sorprendía que, de repente, el menor se rindiera, lo veía decidido a que Hongjoong le perdonara, aunque no hubiera hecho nada malo en primer lugar.
