II. Acuerdo

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DOS

Alguien lo guío hacía algún lugar. Así que sintió como la puerta se cerraba y quedaba solo, Draco inspeccionó la zona. Caminó tocando las paredes, pero no era un lugar muy grande. Se dejó caer al suelo, y estuvo sentado así por lo que parecieron horas. Cuando ya no pudo más dejó que el cansancio lo venciera y se durmió. Se despertó pero aún seguía solo en esa habitación. Quizá la sentencia había sido falsa, quizá estaba de regreso a Azkaban. Aunque no se oían los gritos y el mal olor característico del lugar. Se volvió a dormir hasta que alguien lo despertó dándole golpes en los hombros.

Abrió los ojos y se sentó en el suelo. A pesar de haber dormido continuaba cansado. Sin fuerzas. Quería volver a dormirse. Cerrar los ojos, y deseaba no tener que abrirlos más. ¿Por qué habían decidido que merecía una segunda oportunidad? ¿Por qué un grupo de personas había decidido por él, de que debía continuar viviendo, cuando en realidad lo que quería era rendirse y dejar de luchar? Todo se había desmoronado. No había más por lo que luchar. Y no hablaba de la guerra, esa nunca había sido su lucha.

— Malfoy, levántate. Vamos. — alguien lo sostuvo por el brazo y lo ayudo a ponerse en pie, incluso con algo de delicadeza. — hay una mesa acá, y una silla. Extiende la mano — el hombre lo guío para que pudiera tocarlo, y de hecho, allí había algo. Dio unos torpes pasos hasta que alguien lo obligó a sentarse. Pero ahora no estaba en el suelo, eso podía sentirlo.

— Vamos a establecer las condiciones de tu acuerdo. - dijo alguien que estaba frente a él, con voz aguda y apresurada.

— Yo no acepte ninguna acuerdo — sentenció el rubio.

— Pero lo harás. Eso fue lo establecido.

El hombre respiro hondo y dio inicio a un largo monólogo, en el que establecido las condiciones del contrato que Draco nunca había estado de acuerdo en aceptar, pero del cual, aparentemente, no tenía escapatoria.

No podría salir de la mansión Malfoy. Cómo si realmente tuviera muchos lugares a donde ir, aunque claramente esa mansión era uno de los lugares a los que no quería tener que regresar jamás.

Se trataría de reintegrarlo a la sociedad. De nuevo, cómo si realmente tuviera interés en eso.

Se le asignará una persona que lo ayudaría en ese proceso. Lo guiaría por los mejores pasos para llevar a cabo ese plan, que no era su plan. Solo el plan de otros al que se veía obligado a acatar. La historia de su vida, siempre, de algún modo, se veía rodeado del deseo de los demás, haciendo lo necesario para sobrevivir o defender a alguien que quería, como su madre. Pero ahora habían algunas diferencias. Realmente no le interesaba vivir, y no tenía que preocuparse más por su madre.

Aparentemente esa sería su vida siempre. Seguir lo que le decían. Hacer lo que le obligaban. No tenía opciones, nunca.

Podría recibir visitas pero no más de una hora por semana. Y bajo vigilancia.

Narcissa no podría acercarse. Se había estipulado que sus padres no se le acercasen porque se consideraba una mala influencia. Lucius estaba en Azkaban y no podría visitarlo. Cómo si quiera verlo. Y Narcissa, que si quería verla, no podía. Perfecto.

Mientras ese hombre, cuya apariencia no podía ver, continuaba enumerado los puntos del acuerdo Draco se preguntó quién estaría de acuerdo, en sano juicio, de ser su ayudante en el proceso de reincorporación a la sociedad. Seguramente la fila no era muy extensa, y se hacía una idea de por qué. Nadie querría estar cerca de un mortífago.

Cuando terminaron de hablar le pidieron que firmara un pergamino, y Draco no pudo menos que burlarse de ellos.

— Claro, solo muéstrame que ya lo miró — espetó con desdén. Pero en realidad esa clase de bromas lo exasperaban, como si no fuese bastante obvio que nunca más seria el mismo.

Se generó un silencio incómodo en la habitación, en el que solo fue interrumpido por unos pasos, algunos segundos después. El rubio permaneció con la cabeza levantada, esperando a que alguien hiciera o dijera algo. Que lo empujaran, o le golpearan con algo. Ya estaba acostumbrado.

— Es aquí, querido — la voz de la misma mujer que había escuchado en el juicio sonó cerca de él ahora, tierna. La conocía. Sabía que la conocía.

Entonces la recordó.

Minerva McGonagall.

Draco sintió las manos de la mujer sobre las suyas, y al principio se alarmó. El contacto sorpresivo lo alarmaba, después de algún tiempo en Azkaban en que cualquier clase de contacto físico era para hacer daño, no podía simplemente relajarse cuando alguien lo tocaba. Pero sintió algo entre sus dedos. ¿Una pluma? — coloca tu nombre y estará bien. — concluyó ella, en tono suave y sereno.

Draco asintió. No tenía ganas de discutir. Garabato su nombre lo mejor que pudo, pero estaba seguro que era una par de lilas en todas direcciones. Sus manos se sentían acalambradas y torpes. ¿Cuánto hacía que no escribía?

— Perfecto, señor Malfoy. Es ahora usted un hombre libre. Bueno, parcialmente libre. La libertad completa solo depende de usted mismo.

Comento alguien que Draco no tenía idea de quién era. Desde que había tenido el accidente en Azkaban, y había perdido la capacidad de ver, las voces eran solo eso. Voces sin rostros. Por lo menos de las personas que no conocía. Podía quizá intentar hacer alguna descripción física de las personas en base a sus voces. A veces eso lo divertía. Este hombre sonaba como alguien pasado de peso y bajo. Se lo imaginaba de traje gris y con un reloj de oro de bolsillo. Pero era solo eso, imaginaciones. Aunque aún podía asociar las voces a los rostros que conocía, como el de Minerva, también iba perdiendo su capacidad de recordar. Por unos segundos se preguntó que tan vieja estaría. Pero eso lo llevo a una pregunta más importante. ¿Qué tan mal se veía él?

Aunque no le podía importar menos la respuesta. Sabía que este plan de rehabilitación para el mortifago no iba a funcionar, pero también sabía que no tenía la menor intención de volver a Azkaban.



Bueno, acá les dejó el segundo capitulo de esta nueva historia. Estoy ansiosa para llegar a una parte, la raíz de todo esto!

Hagan sus apuestas, ¿Quién será la persona asignada para ayuda a Malfoy en su rehabilitación a la sociedad mágica? Seguro que no tienen ni idea ;)

Tengo una duda EXISTENCIAL. Como se escribe, ¿Narcissa, o Narcisa? Porque lo googlee pero me aparece las dos opciones, y no recuerdo de los libros. Algún ser iluminado que me ilumine. ¡Gracias!

Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]Where stories live. Discover now