XXXIX. ¿Riesgo calculado?

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.39.

Los días en la pequeña casa de Hermione transcurrieron con calma mientras las cosas volvían a ajustarse, del mejor modo posible. Draco se estaba adaptando, aunque eso no implicaba dejar de voltear cosas por donde fuera. Él se enojaba consigo mismo cuando eso pasaba, y optaba por pasar el resto del día sentado en algún lado, ya fuera la habitación o el frente, uno de los lugares que más le gustaba. Pasaba horas sentado en el porche, parecía perdido en sus pensamientos y tan lejos que Hermione comenzaba a preocuparse. Draco decía estar bien, pero ella sabía que algo le preocupaba y creía que tenía que ver con lo que el mortifago le había dicho el día del ataque. Cada noche antes de dormirse se aseguraba de preguntarle a Hermione si las protecciones estaban puestas y si las había verificado. Tenía miedo, y algo le decía que no era por él, sino por ella.

Pansy aparecía cada noche con una botella de vino o con pizza, comían junto con Ginny, si la pelirroja no estaba en algún partido, y luego pasaban la noche revisando la investigación de Narcissa, buscando cualquier cosa que pudiera ayudarlas a avanzar. Draco se negaba a colaborar, se recluía en su habitación, asegurándose de decir que eso era una pérdida de tiempo.

Pero Hermione no pensaba rendirse. Estaba segura de que iba a encontrar algo, y cuando su seguridad se debilitaba Pansy estaba para apoyar e incentivarla a seguir adelante; ella tampoco se rendiría con su amigo, no importaba cuántas veces él le dijera de hacerlo.

Una de esas tantas noches estaban frente a la estufa, con todo el material esparcido por el suelo, la botella de vino pasando entre sus manos. Pansy y Ginny reclinada una en la otra, eufóricamente buscando cualquier dato que pudiera ayudarlas, mientras Hermione terminaba de preparar algo rápido para comer en plena madrugada, cuando con un estruendo vieron a Minerva aparece por la chimenea y caerse sentada en la alfombra peluda.

La mujer se incorporó de golpe, con una mirada de desconcierto e incomodidad, mientras tres pares de ojos alarmados se posaron en ella. Ginny y Pansy levantaron los ojos de los pergaminos, y Hermione casi dejó caer la bandeja con bocadillos.

— Por Merlín, ¿es que esa cosa no podía ser más pequeña? — se quejó la mujer, limpiando su vestido con desespero. — lamento la hora, pero resulta de urgencia contarles algo.

Sin esperar invitación la directora se sentó en el sofá, y les dedicó una mirada que les decía que se sentaran junto a ella. Las tres sin mediar palabras hicieron lo que les pedía.

Hermione se mantuvo en pie, estaba demasiado nerviosa con su visita nocturna y sin previo aviso como para sentarse. La directora de Hogwarts les dedicó una mirada antes de comenzar a hablar.

— Es un momento oportuno para que Draco haga su primera aparición pública. — Hermione contuvo la respiración al escucharla hablar. Una aparición pública, con todo lo que estaba sucediendo, no parecía precisamente lo mejor. Minerva misma les había dicho que debían mantenerse ocultos y ahora quería mostrarlo ante todos. Casi sin pensarlo negó con la cabeza.

— Eso no puede ser — agregó, sin controlar sus palabras. — Es un riesgo — añadió, por si no quedaba ya bastante claro.

— Necesario. — aseveró la bruja mayor — Es un riesgo necesario. Si no comenzamos a actuar ahora en el juicio no tendrá ninguna posibilidad...

— No tendrá ninguna posibilidad si los mortifagos aparecen de nuevo. — interrumpió Pansy, de repente se puso de pie. — Ellos no estaban jugando. Ya dieron una muestra gratis de lo que pueden hacer, apenas logramos salir con vida. Draco no puede defenderse, Hermione se congeló, solo Ginny y yo luchamos, no contaremos con tanta suerte la próxima vez, y... ¿quieres exponerlo ante un grupo de personas? — preguntó, para nada sutil, con un brillo intenso en su mirada.

Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]Where stories live. Discover now