XLIII. Especial Pansy-Ginny

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.43.

Las dos caminaron con paso apresurado hasta entrar por un amplio pasillo que conducía a una gran sala vacía, que dejaba ver a través de los amplios ventanales toda la ciudad mágica que los recibe esta noche. Cada año la convención internacional para recaudar fondos para familias afectadas por la guerra se realizaba en un lugar diferente. Esta noche era en Noruega, una hermosa e iluminada ciudad que se encargaba de abrigar el evento más grande del año.

En cuanto entró en el lugar, Ginny se volteó para encarar a Pansy.

— te ves hermosa — devolvió la Slytherin antes de que la bruja pudiera decir cualquier cosa. — Siempre, en realidad, pero hoy más que nunca, y creo que...

— Gracias. Tú también — la interrumpió, ya a sabiendas de que cuando Pansy se ponía nerviosa divagaba sin detenerse hasta quedar sin aire. Pansy suspiró, asintió con la cabeza y sonrió. — realmente no esperaba encontrarte por acá. — espetó la pelirroja, deseando llegar al tema que le interesaba.

— generalmente no vengo. — comentó la morocha, para luego corregirse. — Nunca vengo. Como sabes no soy bienvenida en el mundo mágico, prefiero evitar esas miradas — comentó e hizo un ademán para la puerta que las separaba de la multitud.

— es mi primera vez también. — replicó Ginny. — a Harry no le gustaba venir a estos eventos, y bueno, tampoco venía. — continuo, como si de repente tuviera que explicarse.

— Creo que tienen una causa noble. — argumento Pansy,  algo incomoda — cada año se recaudan fondos para ayudar a muchas familias realmente necesitadas. Pero creo que mi presencia estorbaría más que ayudaría. — continuo, jugando con la tela de su vestido dorado. — Potter... él podría ser de ayuda, su presencia atraería personas y difundiria aún más el evento para conseguir más fondos... eso sería.... — Pansy se arrepintió de haber abierto la boca, más una vez metiendo a Potter en sus charlas. — ...bueno. Sería bueno. No pretendo criticarlo, o...

— estoy de acuerdo. — interrumpió la colorada, colocando sus manos sobre las de Pansy. — trate de convencerlo varias veces, pero no tuve mucha suerte — susurro.

Pansy asintió en silencio, sin saber muy bien qué decir. No quería seguir hablando de Potter o criticando sus egoístas actitudes, pero no encontraba lo que decir para salir de ese momento incómodo. El silencio se prolongó, Ginny seguía con su mano sobre la de Pansy, lo que era muy agradable. Su piel era tan blanca y la suya parecía aún más oscura en contraste. Era una combinación de lo más extraña e inesperada en todos los sentidos. ¿Eso quería decir que no funcionaba?

— ¿que te hizo cambiar de idea? — Pansy escucho a Ginny preguntar y eso la sacó de sus divagaciones internas.

— amm... — lo pensó por un momento. Tenía una respuesta muy clara para eso, sabía exactamente cuál había sido el punto en el que se había dado cuenta que tenía que estar acá, pero no estaba segura si debía decirle. Respiro hondo y levantó la mirada para encontrar a Ginny con los ojos clavados en ella, como siempre, mirando en su profundidad, mirando más allá de lo que ella estaba dispuesta a compartir con todos los demás. — En un momento supe que no quería que estuviéramos en lados opuestos de nuevo. — comentó, decidida a revelar la verdad. De algún modo con Ginevra Wesley siempre se trataba de la verdad.

Ella sonrió, de ese modo dulce y seductor que solo Ginny sabía hacer.

— ¿eso te hizo cambiar de idea? — interrogó, como si no diera crédito a sus palabras.

— si. — confeso, sin poder negarlo más. — si tuviéramos otra guerra estaría de tu lado, sea lo que sea que pretendas defender, Merlin sabe que siempre defiendes las causas correctas. — alegó sostenido ella las manos de Ginny entre las suyas. — ¿no lo entiendes? — preguntó, esperando que ella si la entendiera. — no me interesa pelear ninguna guerra si no estas a mi lado. No de nuevo, realmente no sé cómo...

No pudo terminar, y absolutamente no tenía importancia, porque Ginny había dado un salto impulsivo y había impactado delicadamente sus labios en un suave pero decidido beso, y eso era todo lo que Pansy necesitaba para saber que jamás haría las cosas mal.

La bruja de slytherin la sostuvo desde las caderas, para aproximarla más, y ella la atrajo desde el pescuezo, entrelazando sus manos detrás de su cabeza.

Por un momento se perdieron en ese intercambio inesperado, pero completamente dulce y necesario. De repente era como si hace mucho tuvieran algo pendiente y ahora tratarán de ponerse al día. Pero un sonido fuerte las trajo de nuevo a la realidad, y se voltearon para ver cómo una persona de boca abierta, y de gafas bajas, las observaba impactada. A sus pies el cristal hecho añicos de su copa.

— Harry — espetó Ginny, separándose de Pansy.

— Potter — respondió Pansy, incrédula ante el niño que sobrevivió. Cuando no se metía en sus charlas aparecía en persona. Era de no creer.

— Y-yo... me dijeron que estabas acá, y y-yo pensé — tartamudeo, deteniéndose por varios segundos entre palabra y palabras.

— No sabía que venías, — devolvió su ex novia. — este evento nunca te gusto.

— No.... no.... no me gusta, y ahora menos — espetó él, aun con la boca abierta en o, pero se ajustó las gafas y se alejó de los cristales desparramados. — pero me entere que venias y pensé que podíamos hablar. — contestó, pareciendo salir un poco de su colapsó. Pero ya veo que no es un buen momento. Necesito irme. — dijo, alejándose de ellas, con pasos torpes.

— Harry... — trato de llamarlo Ginny.

— ¡Potter! — al oír la voz de Pansy él se detuvo. Ella suspiró y se acercó unos pasos, trató de hablar claro pese a sus nervios. Había deseado hacer esto por mucho tiempo. — Lo siento. — espeto, y en segundos vio la mandíbula del elegido caer y los ojos de Ginny ponerse en ella. — No por esto... — hizo un ademan a ella y Ginny, luego se le ocurrió que no era una buena manera de disculparse. — Yo... lo siento por decir que te entregarán, en Hogwarts. — aseguró. — Voldemort.

Él pareció visiblemente confuso por unos segundos y luego pareció recordar a qué se refería.

— eso fue hace años — devolvió, sin moverse.

— lo sé, es solo que necesitaba pedirte disculpas por eso. Hace muchos años que quiero hacerlo pero nunca había tenido la oportunidad. — confesó, sintiendo que se estaba sacando un gran peso de arriba, de repente era como si pudiera respirar de un modo diferente, más suave.

— Está bien, Pansy. No te guardo rencor. — devolvió él, en tono sereno. — yo me voy a marchar, realmente este no es mí lugar.

Ginny asintió con la cabeza y él dio unos pasos inseguros hasta salir por completo de la sala. Las dos quedaron mirando por donde él se había marchado, por un momento, cuando Harry abrió la puerta para salir el murmullo del lugar las invadió, pero al cerrarse la puerta el silencio volvió a reinar.

— Eso fue muy valiente — comentó Ginny. — Creo que eres una Gryffindor ahora.

Pansy se volteo a ella, con una pequeña sonrisa en su rostro.

— ah si, y ¿cual es mi premio? — preguntó eliminando la distancia entre ellas.

— Eso ya es muy Slysterin de tu parte — espeto la colorada, sonriendo. — los Gryffindor hacemos las cosas sin esperar nada a cambio.

— Lo tendré en cuenta para la próxima, pero ahora tendrás que darme mi premio. — aseveró Pansy, juntando sus manos a las de Ginny delicadamente. — ¿cuál es?

— mejor te lo muestro. — Ginny soltó sus manos de entre las de Pansy y sostuvo las caderas de la morocha para acercarla a ella de golpe y volver al punto donde Harry se había interrumpido. La mejor parte.



Debo confesar que me gusta mucho este capitulo, no fue planeado ni nada, simplemente sucedio y me gusto mucho el resultado. Cada vez me gusta más la preja Ginny-Pansy, y espero que a ustedes también!  

En el siguiente capitulo tendremos el discurso de Draco! Espero sus comentarios, nos leemos el domingo! 

Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]Where stories live. Discover now