XXXIII. Mortifagos

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.33.


Entraron en la gran sala y en cuanto cruzaron las puertas Bolly apareció ante ellos.

— Bolly trae visitas — dijo la elfa sonriente.

Se hizo a un lado para dejar ver a Pansy, Ginny y Blaise. Este último llevaba una mueca de aburrimiento en el rostro.

— ¿Había una fiesta de piscinas y nadie nos invitó? — preguntó el Slytherin en cuanto los vio entrar.

Hermione puso los ojos en blanco. Jamás se acostumbraría al humor de Blaise.

— No era una fiesta, solo una despedida — comentó Draco soltándose de Hermione y acercándose al sofá. Extendió su mano en el aire y Pansy lo guio por el resto del camino hasta que se sentó a su lado.

Hermione hizo lo mismo, pero se sentó al lado de Ginny.

Estaban ambos empapados, sus ropas goteaban y sus cabellos salpicaban a todos.

— Al menos podían haber usado ropa adecuada — espetó Pansy — están mojando todo.

— Hablaste como mí madre — devolvió Draco mientras pasaba una mano por el cabello mojado para tratar de sacar un poco de la humedad. Al hacerlo el puño de la remera se subió y dejó al descubierto la cicatriz rosada.

Todos los ojos se voltearon a mirar eso, con cierta hipnosis. Nunca sería un tema fácil.

— Hoy es el último día en la mansión — comentó Ginny, encargándose de disipar el ambiente.

— Así es, y seguro que estás muy ansioso por dejar todo esto atrás — respondió Pansy, apoyando una mano en la rodilla de Draco, luego de darle una sonrisa cariñosa a Ginny.

— Depende a donde me lleven — devolvió el rubio.

Hermione suspiró, sabía que eso en parte era el miedo de él. Draco parecía temer el destino, había preguntado con demasiado interés por la casa y se mostraba reacio cada vez que se mencionaba el tema.

— Yo conozco la casa, es muy linda. No es una mansión cómo está, pero te hace sentir con mucha tranquilidad. — comentó Ginny, que de hecho había sido una de las pocas personas que Hermione ya había invitado a su hogar.

— hablaste como Luna. — devolvió Blaise.

Pansy puso los ojos en blanco y le dedicó una mirada acusadora que él no pareció notar.

— ¿Y qué van a hacer con esta casa? — preguntó Blaise, mirando a su alrededor.

— por el momento nada. Aunque en realidad no me importa mucho lo que le pase. — devolvió Draco con cierto desprecio en el tono.

— deberías venderla, debe de valer lo suficiente para que te puedas comprar algo más en otro sitio. — comentó Pansy.

— no puedo vender nada. Y ¿para qué debería comprar algo en otro sitio? — interrogó Draco.

Estaba reclinado en el sofá, con la cabeza levantada y la mirada puesta en nada en particular. Hermione pudo notar que sus ojos estaban tristes. Quizá después de todo no era fácil abandonar el lugar donde había crecido.

— para cuando obtengas tu libertad... — comentó Pansy pero él no la dejo ir muy lejos.

— sí es que eso sucede. — espetó, no con enojo y negatividad, sino que parecía aceptarlo como algo posible. A Hermione le llamó la atención lo negativo que estaba de repente.

Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt