XXVIII. Investigación

1.7K 176 22
                                    

VEINTITRÉS


El día se volvió noche y Hermione se dirigió a su casa para cambiarse y comer algo. Pansy y Blaise se quedaría con Draco, que seguía inconsciente, hasta que ella regresara.

Hermione entró en su casa por la chimenea. Prendió las luces y se direccionó directo al baño. Se quitó la misma ropa de dormir que llevaba hace horas. Aún estaba manchada de sangre, con todo siquiera se había molestado en quitarse las manchas, pero ahora todo lo que deseaba era no ver esa ropa jamás. Desearía quemarla, pero en lugar de eso la arrojó al cesto de ropas sucias, al mismo lugar donde podía ver la ropa que Ginny había llevado cuando la acompañó. Ya verían qué hacer con esas prendas.

Se dió un largo baño. Sentía la necesidad de quitarse mucho más que solo la sangre seca de su cuerpo, sino también esos recuerdos que ahora parecían estar grabados en su mente.

Al cerrar los ojos le era imposible no recordar a Draco inconsciente en su regaso, la sangre correr entre sus brazos y resbalar hasta el suelo, en su rostro pálido y prácticamente sin vida.

Resonaba en su interior la voz de Nott diciéndole que cinco minutos más y él estaría muerto. Resonaban las palabras de Pansy, por todo lo que ellos habían pasado.

Siquiera ella misma estaba segura de estar bien, ¿cómo se suponía que iba ayudar a alguien a estar bien?

Salió de la ducha envuelta en la toalla. Aún quería comer algo antes de marcharse. Pasaría la noche con Draco, y una vez él estuviera consciente iba a hablar con Minerva para tratar de llevarlo a otro lugar. Al menos por un tiempo, para que pudiera procesar la muerte de su madre antes de regresar a la mansión. Sabía que él no podía dejar esta escalofriante casa hasta que su sentencia fuera revisada, pero tenía que haber alguna forma.

Iba directo a la cocina cuando vio algo que llamó su atención. Sobre la mesa que solía desayunar con Ginny había una gran caja. Se acercó con pasos lentos. Eso no estaba ahí cuando llegó. Lo sabía porque la mesa estaba enfrente a la chimenea y habría sido la primera cosa que vio al entrar. Pero no la vio, porque hace veinte minutos no había nada ahí.

Miró por fuera la caja marrón. Era sencilla pero grande. Intentó moverla, pero descubrió que era más pesada de lo que aparentaba. La tapa rezaba su nombre con letra gruesa pero elegante.

Hermione Granger

La aludida intentó quitar la tapa pero siquiera se movió. Hermione la giró intentando encontrar un sello, pero no había nada.

Se le ocurrió una idea. Agarró su varita que había dejado sobre la mesa y aproximó la punta.

Ante sus ojos la tapa se levantó y se depositó con delicadeza al lado de la caja. Hermione, que se había alejado de la sorpresa, se acercó de nuevo.

Miró el contenido interno con cierta desconfianza, y alzó la mano para agarrar un pergamino cuidadosamente doblado.

Una letra elegante y fina le dió la bienvenida al contenido de la caja. No necesito leer el nombre para saber de quién se trataba. De algún modo siempre lo supo.

Querida Hermione,

Si estás leyendo esto es porque algo me ha pasado. Está caja está hechizada para que la recibas en caso de que algo malo me pase, y solo tu puedes abrirla. Cuando nos reunimos en Hogwarts deseé decirte toda la verdad, pero siendo sincera me traicionó la cobardía. Temía contar todo y abrumarte, y que te negaras. Además de que tenía cierta esperanza de que no haría falta llegar a esto.

Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]Where stories live. Discover now