XLVII. Un paso de cada vez

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.47.

Hermione se removió en la cama para que sus brazos descansaran sobre el pecho de Draco, que dormía profundamente a unos centímetros de distancia de ella.

Si tenía que definir la noche pasada en una palabra, estaba bastante segura que increíble encajaba a la perfección. No solo porque jamás se le habría ocurrido tener una noche de amor con Draco Malfoy, sino porque más parecía un sueño. Él, en su añoranza por sentir todo lo que no podía ver, había sido extremadamente minucioso al recorrer cada parte de su cuerpo, de momentos hasta parecía que la estaba memorizando, haciendo un cuadro mental de ella, de sus curvas, de las partes donde sus cuerpos se encontraban. Draco había diseñado con sus besos, sus labios, su lengua y sus dedos el cuerpo de ella, como si fuera una pintura, una obra delicada y cara, y Hermione nunca se había sentido tan bien.

Había sido suave pero ensordecedoramente intenso, y aunque ella contaba de escasa experiencia para comparar, una noche loca con Victor y algunas noches con Ron no podían ser suficiente para comparar lo que había sentido con Draco, sabía que jamás nada se igualaria a eso.

La bruja respiró hondo, sintiendo el aire llenar sus pulmones y elevar su pecho desnudo. Desvió la mirada de los rayos de sol que entraban por la ventana para centrar en el rubio que dormía a su lado. Sus facciones eran suaves, casi como si nada lo preocupara, pero Hermione sabía que eso era muy difícil. El jamás lo admitiría pero la posibilidad de ver lo preocupaba y emocionaba en partes igual, y no podía mentir que a ella también. Estaban a un paso de obtener un gran resultado, y a veces las cosas importantes dan miedo.

Quizá se había apurado en decirle, debería haber esperado, aún no tenía cómo saber si la junta iba a probar eso, sí Minerva se pondría de su lado, ya que sin su apoyo estaban en clara desventaja con un tribunal que seguramente no estaba emocionada con la idea de devolver la magia a un mortigafo.

— Espero que el hecho de que hayamos tenido nuestra primera vez no sea el motivo de tu preocupación — dijo una voz ronca, sacándola de sus pensamientos y devolviendola a la realidad.

— ¿Cómo sabes que estoy preocupada? — cuestiono, bajando los ojos para encontrar a Draco con los ojos abiertos, enfocando el techo.

— siento la sábana tensa justo aquí — toco la zona para indicar — y presumo que se debe a que la tienes apretada entre tus dedos — ella se apresuró a soltar la tela que estaba estrujando en su mano — y ahora la has soltado. Además, Gragner, puedo oír el sonido que hace tu cerebro al pensar.

Ella rodó los ojos al cielo. Draco adivinaba lo que pensaba, podía intuir cuando le mentía y ahora era capaz de reconocer cuando ella estaba preocupada con algo. Definitivamente se estaba volviendo bueno en eso.

— Nada de lo que dices es verdad — se excuso. — Ahora, si no te molesta, voy a preparar un desayuno... — comenzó a moverse para salir de la cama pero antes de que pudiera avanzar mucho él saltó sobre ella, con una puntería increíble y la derrumbó sobre la cama, con su cuerpo sobre el de ella.

— tengo una buena idea de lo que podríamos desayunar — exclamó, dejando un rastro de mordidas por su cuello que la hacían estremecerse de dolor y placer.

No hizo falta quitar ropa, ya que lo único que se interponía entre ellos en el momento eran las sábanas, que fueron finalmente descartadas a la otra punta de la habitación. Hermione volvió a hacer el hechizo protector y recibió con agrado cuando Draco la penetró con devoción. Estuvieron envueltos el uno en el otro por más de veinte minutos, hasta que ella se dejó caer exhausta sobre la cama, justo al lado de Draco, sus cabezas casi juntas, sus cabellos mezclados a la perfección.

Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]Where stories live. Discover now