Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]

XV. Un mal primer día

QUINCE

Hermione entró en su casa, dejó caer la cartera en el suelo y corrió al baño. Tenía ganas de vomitar, pero al llegar al baño se metió bajo el agua y se sacó la ropa mientras el agua la mojaba.

No estaba preparada para esto.

Se había marchado de Londres huyendo de las secuelas de la guerra, y ahora se sumergía de nuevo en estas, de un modo diferente. El Draco de ahora era un efecto colateral de la guerra.

Cada vez que cerraba los ojos veía los ojos del mago, sin nada de vida, sin ver realmente. Lo veía a él, pálido y escuálido, desmayado sobre las escaleras gritando para que no lo tocara, suplicando que no lo hiciera, llorando mientras el medimago trataba de ayudarlo.

No sabía cómo tratarlo, o incluso cómo ayudarlo. Malfoy era totalmente desconocido para ella. Siempre lo había sido, pero antes era arrogante y prepotente, ahora… ahora estaba asustado, vulnerable.

Cuando salió del baño estaba llorando. No lloraba por él, o al menos no solo por él, sino por todos los que habían sufrido en esa maldita guerra mágica que no parecía terminar jamás, mismo cuando ya había terminado.

Fue así como Ginny la encontró. Al entrar en la casa se deparó con su amiga saliendo del baño, envuelta en la toalla, llorando desconsoladamente.

— ¿Qué pasó? — Ginny casi grito, soltó su bolso al suelo, y se apresuró en acercarse a su amiga. — Esa maldita serpiente te lastimo, deja, no digas nada, ¿nuestras chimeneas están conectadas? Voy a ir a su maldita mansión y le voy a enseñar con quien está tratando. No me importa que esté ciego, le voy a partir la cara en dos y después…

— ¡Ginny! — la interrumpió Hermione, cinchando de las manos de su amiga hasta que quedó sentada a su lado. — No me ha hecho nada.

Ginny la evaluó con mirada de águila, luego arrugó la frente y solo entonces relajo los hombros.

— Entonces… ¿qué ha pasado? — quiso saber, ya sonando más tranquila.

— El primer día de trabajo nunca es fácil, ¿verdad? — cuestionó la joven bruja, haciendo una mueca.

— Mi primer día de trabajo fue genial. Todas fueron super receptoras y amigas, me ayudaron y practicamos sin parar durante horas, y estaba exhausta pero fue increíble…! — se detuvo al ver la cara de Hermione — Pero no todos pasan del mismo modo, claro. — aventuró, tratando de hacer sentir mejor a su amiga. Al ver que está no decía nada, continuó — ¿Qué ha sucedido?

Hermione cerró los ojos. Quería olvidar todo eso, pero sabía que no podía hacerlo. Mañana estarían ahí para recordarle que había sido real. Y era mejor exteriorizar que cerrarse con todo eso.

— Draco se ha desmayado. Luego de escupir sangre en su taza de té. Y han ido Pansy y Zabini. Ella sigue igual de molesta. Y después, mientras el medimago, que es Theodore Nott, trataba de examinarlo, se puso a llorar, Draco Malfoy ha llorado ante mí mientras se resistía a que lo agarraran… estoy agotada. — concluyó Hermione.

Ginny tenía los ojos abiertos muy grande, y se había quedado muda.

— Herm… ¿estas segura que quieres trabajar ahí? — preguntó y su amiga negó con la cabeza, mientras más lágrimas caían por sus mejillas. — Ayer pensé que Draco sería molesto y grosero, pero ahora creo que será difícil estar con él…

— No hay nadie más. Soy la única persona para hacerlo, Minerva lo ha dejado muy claro. — comentó, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

— Eso no es responsabilidad tuya, Herm. — sentenció Ginny, sosteniendo las manos de su amiga, que estaban frías y temblorosas.

Hermione consideró lo que su amiga estaba diciendo. Sabía que no era su responsabilidad, pero desde que Minerva había dejado caer eso en sus manos y, desde que había visto al rubio en aquella sala fría, no podía negar que se sentía un poco responsable. Si ella se iba ¿Quién quedaría a cargo? y además de que él no había hecho nada para lastimarla, o provocarla. Estaba tan diferente. No podía negarse solo porque él estaba demasiado débil y por desmayarse, algo que no estaba para nada en su control. Sería cobarde y horrible de su parte hacerle eso.

Por más extraño que sonara quería ayudarlo. Y también quería saber qué había pasado. Por primera vez en mucho tiempo se sentía motivada por algo. Averiguar cómo había sucedido ese accidente. Sabía que no sería nada fácil, pero algo la motivaba a seguir adelante. Y eso iba a hacer.

— Ahora es mi responsabilidad. No me voy a rendir porque el primer día fue duro. — suspiró, ya más tranquila. Luego miró de nuevo a Ginny que tenía los ojos clavados en su amiga — No le digas nada de esto a Harry. No quiero que se preocupe.

— Como quieras, pero aún creo que deberías…

— Descansar. Es eso lo que voy a hacer. Mañana regresa Nott y necesito descansar. — la interrumpió con una sonrisa, y Ginny hizo una mueca pero terminó cediendo.

— Está bien, ve a acostarte que me voy a bañar y después veré de hacer algo para comer.

Hermione se puso en pie y se encaminó a su habitación, mientras escuchaba como Ginny se dirigía al suyo. Había sido un primer día largo.

Cuando por fin durmió soñó con él.

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Otro capítulo con muchas emociones por parte de Hermione. Pero por suerte ella no se rinde, por más difícil que pueda ser el primer día.

¿Quién nunca ha tenido un primer día de trabajo horrible? Excepto Ginny, claro...

Hoy subiré otro capítulo, que es la bomba! Tendrán a Nott y Narcissa en la misma habitación que Hermione y Draco. ¿Qué puede salir mal?

Queden atentas a las notificaciones, dentro de un par de horas estoy de regreso! Y comenten! Comenten mucho, anímense a comentar lo que sea. Por ejemplo, en este capítulo se identifican con Hermione o con Ginny?