Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]

51. Un gran plan y una apuesta

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Un gran plan y una apuesta

Mientras caminaba por el estrecho pasillo hasta la entrada a la gran sala donde se estaba llevando a cabo la apelación para devolverle la magia a Draco, Hermione no pudo evitar dudar de si estaba tomando la mejor decisión.

Recordó cuando, en medio de la noche, se apareció fuera de la puerta del edificio donde vivía Pansy. Era un viejo edificio, según rezaban las letras talladas en el material, contruido en 1857, pero que conservaba su esplendor y sus características de aquellos remotos años.

Hermione golpeó la puerta mientras se protegía de la lluvia. Golpeó tres veces hasta que Ginny se dignó a abrir.

— ¡Hermione! — exclamó la pelirroja con asombro, después de todo no esperaba verla allí — ¿qué sucedió? ¿Está... está todo...?

Hermione no la dejó terminar, después de todo no había aparecido en Londres muggle, en medio de la noche lluviosa, para preocupar a su amiga.

— Está todo bien, es solo que... — por un momento repensó lo que estaba haciendo, y tras llegar a una rápida conclusión, continuo — necesito hablar con Pansy, y es urgente.

Esa madrugada fría faltaban tres noches para el día de la apelación, y Hermione había aprovechado que Blaise estaba en la casa junto a Draco para poner en práctica una idea que había tenido.

— Claro... — Ginny pareció confundida, pero la dejó pasar haciéndose a un lado. — Claro, Herm. Pasa.

Una vez dentro Hermione pudo apreciar el lugar con detenimiento. Tras quitarse la capa mojada, lanzó un hechizo de secado rápido y ajustó su ropa a su cuerpo. Siguió a Ginny por el lugar, pasando por unas grandes escaleras de mármol que no dejaban duda ante la antigüedad y la riqueza del patrimonio.

— ¿No hay portero? — preguntó Hermione dándose cuenta que su amiga había sido quien abrió y no algún muggle al azar.

— Te vi por las cámaras. — cuando Hermine alzó una ceja en señal de sorpresa, Ginny continuó — Pansy tiene instalada una cámara muggle en la entrada para tener un registro de quien entra al edificio. No le gusta que entre cualquiera, salvo los que viven en el lugar. — explico.

— ahh — estuvo de acuerdo, pero luego una idea cruzó su mente — ¿eso no le molesta a los que viven acá? ¿o al dueño? — quiso saber mientras esperaban el ascensor.

Ginny se mordió el labio mientras la miraba.

— El edificio es de Pansy — explicó, sus mejillas cobrando un color rosado curioso.

— ¿Todo el edificio? — cuestionó la bruja.

— Si, todo. Era donde tenía la Compañía Parkinson, pero luego se aburrió de trabajar en el mismo lugar en el que vivía, mismo cuando trabajaba en el piso de abajo donde vive, y compró otro edificio enfrente. Dice que al menos tiene que cruzar la calle. — contó mientras entraban en el ascensor y Ginny presionaba el número diez.

— ¿Vive en el piso diez? — cuestiono, cada vez más incrédula con la pequeña fortuna que había hecho la bruja en el mundo muggle.

— Si, los demás están alquilados. — devolvió mientras eliminaban distancia.

Una vez el movimiento se detuvo, las puertas se abrieron, revelando un lujoso apartamento, con colores pastel, y muebles lujosos aunque escasos.

— Hermione, qué sorpresa. ¿Sucede algo? — inquirió Pansy que se acercaba a ellas con pasos apresurados.