Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]

XXIII. Lucius Malfoy

VEINTIRES

Hermione había dejado a Draco con su padre y había atravesado las puertas de vidrio para acercarse a Harry, que miraba a los Slytherin reunidos con cierta desconfianza.

— me sorprendió verte. — dijo Hermione al detenerse a su lado.

— quería estar para ti, y no te dejaría sola en medio de tantas serpientes. — comentó, acomodándose las gafas sobre el puente de la nariz.

La bruja miró a su alrededor. Había bastantes personas, no tantas como habría un par de años antes. Estaba bastante claro que muchos preferían no vincularse con la familia Malfoy ahora, pero así mismo, al menos unas veinte personas estaban en el lugar. La mayoría pertenecientes a Slytherin. Además de una Ravenclaw: Luna; y tres Gryffindor. Pero realmente no creía que esa fuera la verdadera razón de Harry de estar ahí.

— ¿Y...? — lo aventuró a continuar, clavando en él su mirada.

Harry negó con la cabeza, movió los hombros, se acomodo las gafas más de una vez, hasta que se rindió.

— Por Ginny. Quería verla, pensé que podríamos hablar.... — confesó por fin.

— Harry... — intentó Hermione, pero él la detuvo.

— Es que realmente no se que paso. ¿Podrías...podrías hablar con ella y...?

— Harry este no es lugar para eso, y francamente, no me voy a meter entre ustedes. Resuélvanlo. Pero no acá. — espeto con un poco de brusquedad, pero detestaba estar en el medio, y detestaba que su amigo usará un momento tan triste para hablar de eso. — ¿Dónde está Ginny, de todos modos? — preguntó al darse cuenta que no veía a su amiga por ningún lugar.

— Ha bajado las escaleras, no sé a dónde ha ido. — devolvió el mago.

Hermione asintió.

— ¿Ron...? — quiso saber aunque ya sabía la respuesta.

— Está de guardia en Azkaban hoy. Pero realmente no creo que se presentará así tuviera todo el día libre. — contó, haciéndose a un lado y bajando el tono de voz. — yo vine por ti. No por él.

Hizo un ademán con la cabeza hacia Draco, que seguía hablando con su padre.

Se estaban enfrentando ahora. Lucius estaba hablando, y riéndose. Lo que era de lo más extraño, dada la situación.

Hermione abrió la boca para decirle a su amigo que Draco no era una mala persona. Que no la había tratado mal siquiera una vez. No sabía porque quería defenderlo, pero no tuvo tiempo de decir nada, o siquiera de pensar, porque Lucius se movió con rapidez y le propinó un puñetazo en el estómago a Draco, que se dobló sobre sí, dejando caer el bastón.

Hermione se apresuró a correr, pero antes de que tuviera tiempo de llegar el mago volvió a golpearlo, y de esta vez Draco cayó al suelo, mientras Lucios se acercaba y le pateaba el estómago.

Entró gritando en la sala y se arrodilló al lado de Draco que respiraba con dificultad. Detrás de ella entró Harry, Theo, Blaise, Luna y otras personas.

Luna se agachó al lado de Hermione y sostuvo la cabeza de Draco contra sus piernas. Nott se arrodilló justo al estómago y comenzó a inspeccionar.

Lucios seguía gritando, amenazando y llamando a Draco de inútil, y acusándolo de ser responsable de matar a Narcissa. Hermione quería dejar de oírlo pero la voz estridente del hombre irrumpía en su cerebro.

Abro la boca para decirle que se callara, y justo entonces visualizo a Ginny entrando corriendo en el lugar, acompañada por Pansy. La idea se le antojó extraña, pero no tuvo tiempo para analizarlo, ya que Draco comenzó a toser y removerse incómodo.