Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]

XLVI. Un cuerpo muggle

.46.

Cuando las dos se fueron, Ginny iba a ir a conocer la casa de Pansy en Inglaterra muggle, Hermione se encaminó a la habitación que compartía con el rubio.

Se sentó al borde de la cama, no quería despertarlo, pero no podía en su propio cuerpo de la emoción. Si su idea funciona, Draco podría volver a ver. Pero no quería ilusionarse y sabía que no sería fácil, los obstáculos podrían ser difíciles, y darle una esperanza de algo que después podía ser complicado de obtener, o que incluso no suceder, le producía una sensación desgarradora.

— ¿Granger? — preguntó él, cómo si pudiera sentir su presencia.

— Draco, si soy yo... — respondió la muchacha, su voz apenas un hilo, mientras trataba de contener las ganas que tenía de llorar de la emoción.

— ¿estás bien? ¿Qué pasó...? — preguntó él, ya sentándose de golpe en la cama.

A ciegas Draco extendió las manos, con la intención de llegar hasta las de ellas, pero Hermione se adelantó y sostuvo sus manos en el aire. Apretó las manos de él entre las suyas. La piel de Draco era suave pero siempre estaba fria, mismo cuando estaba cubierto con mantas, parecía que en su cuerpo aún restaba algo de los días que había pasado en Azkaban.

— Estoy bien, eso solo que... me di cuenta de algo. — devolvió, aún debatiéndose con sus palabras,

Antes de marcharse, Pansy había querido contarle la posibilidad a su amigo, Ginny, mucho más precavida, había alertado a Hermione de que esperara un tiempo, al menos hasta hablar con Minerva y ver la posibilidad de hacer que sucediera. Pero no podía ignorar que tenía eso entre manos, no podía convivir con Draco sin decirle que había una remota oportunidad de que recuperara la visión. No sería justo con él, después de todo lo que había pasado y sufriendo, que ella guardara algo tan importante como eso.

— ¿Qué sucede, Granger? — preguntó él, casi como si pudiera leer su mente. Hermione sabía que de algún modo era mucho más fácil para Draco leerla ahora de lo que había sido antes.

Hermione se entretuvo acariciando su piel, suave, dibujo la línea de su mano, deambulo por las marcas de su piel justo allí, donde la mano se dobla. Siempre le había costado imaginarse estar en un mundo de oscuridad. Pensar que un dia veia y al otro los colores habían desaparecido, los rostros, las cosas...

— Creo... — comenzó pero su voz titubeó y se volvió suave hasta desaparecer. Así que lo intentó de nuevo, de esta vez levantando los ojos para clavarlos en los de Draco, si le iba a dar esta noticia tenía que ver su reacción. — creo que hay una forma de que puedas ver. — dijo finalmente, sintiendo como su cuerpo entero se erizaba ante el peso de esas palabras.

Draco no reaccionó, no movió una ceja, no sonrió, no apretó sus manos o las largo, simplemente se quedó estático clavado ante ella, mirándola sin verla. Definitivamente esa no era la reacción que ella esperaba.

— ¿cómo? — preguntó entonces, luego de algunos segundos, como si no hubiera comprendido.

— he dicho que puede que exista una oportunidad de que puedas volver a ver — reafirmó ella, de modo claro, para que no quedara sombra de dudas de lo que estaba tratando de decir.

— la investigación de mi madre... has.. has encontrado algo — respondió él, de repente con emoción contenida en su tono.

— No, — devolvió Hermione, — ha sido Pansy, ella ha notado algo que antes no habíamos notado — le contó.

—¿ y bien, Granger? ¿pretendes contarme o es un secreto de estado? — interrogo, ahora soltando sus manos y haciendo señales disparadas en el aire. Estaba nervioso y alterado, la emoción por fin llegaba a él.