All These Years • jb [3]

Noventa y tres; Regalos

Observé mi reflejo en el espejo mientras terminaba de acomodar bien la coleta en la que había recogido la mitad de mi pelo, aunque realmente ni siquiera le estaba prestando atención a lo que estaba haciendo.

Después de que Rick y Caroline se marchasen había decidido darme una ducha para prepararme para ir a cenar a casa de mis amigos y así intentar despejar un poco mi mente, ya que desde que mi representante había sacado a relucir el tema de lo de la entrevista había sido incapaz de dejar de pensar en ello.

Agité la cabeza, una vez más intentando deshacerme de esos pensamientos, y alcancé mi neceser para sacar de éste un pintalabios rojo para darle algo de color a mi look de aquella noche. Me había vestido con un jersey de punto color crema y unos pantalones blancos que conjuntaría con unos simples botines negros con algo de tacón. En cuanto a mi rostro, ni me había molestado en ponerme maquillaje, solo algo de máscara de pestañas y el pintalabios.

Recogí bien el baño y regresé a la habitación para calzarme y coger mi bolso y el regalo de Justin antes de bajar al salón, donde esperaría a que mi novio llegase; aunque no hizo falta porque cuando me giré para salir de mi cuarto topé con él bajo el marco de la puerta.

—Joder, qué susto. —Me quejé llevando una mano a mi pecho.

—Susto el que me has dado tú a mí. —Frunció el ceño.

—¿Por qué dices eso? —Le pregunté extrañada.

—Pues porque he llamado como unas tres veces al timbre y no abrías, al final he tenido que abrir con mi llave. —Me explicó a la vez que se acercaba a mí.

—Lo siento, estaba metida en el baño e igual no te he escuchado desde allí. —Lo señalé.

—¿Y tampoco escuchabas a Milo ladrando? —Alzó una ceja y miró a mi perro, que probablemente le había seguido hasta allí.

—No —confesé—. Supongo que tenía la mente en otra parte, lo siento. —Me disculpé una vez más.

—¿Va todo bien? —De nuevo frunció el ceño y se acercó un poco más a mí—. Te noto algo baja de ánimos.

Yo asentí y cerré los ojos.

—Sí, es solo que... —Suspiré y pasé una mano por mi pelo.

Realmente no me apetecía fastidiar la noche, pero sabía que si no soltaba todo lo que pensaba en ese instante la cosa solo sería peor.

—Blair, ¿qué pasa?

Sentí como Justin posaba su mano sobre mi cintura y al abrir los ojos topé con la mirada preocupada de mi novio.

—Rick me ha explicado que hace tiempo que varios medios quieren hacerme una entrevista hablando sobre el tema de Nate. —Solté la bomba.

Justin también pareció necesitar de algo de tiempo para procesar lo que le acababa de decir porque tardó varios segundos en reaccionar, soltando un resoplido.

—De esta gente no me sorprende nada, cuanto más escandalosa la situación más les gusta. —Negó con la cabeza y se alejó algunos pasos de mí.

—Según Rick llevan contactando con él desde enero.

—Menudos hijos de puta —murmuró—. ¿Y Rick quiere que lo hagas? —Alzó una ceja volviéndose hacia mí.

—No, él lleva negándose desde el principio, pero no dejan de hacerles ofertas y Caroline le convenció de que me lo contase para poder sopesar bien la situación.

—¿Te lo estás planteando? —preguntó algo sorprendido, de nuevo acercándose a mí.

—No lo sé, la verdad —admití—. O sea, no me entusiasma hablar de ello, pero... —Mordí mi labio inferior.