All These Years • jb [3]

Tres; Viejos tiempos

—Buenos días —murmuré adentrándome en la cocina, donde Faith se encontraba.

—Buenas —respondió ella igual de adormilada que yo antes de beber un poco de café.

—Menudas pintas llevas. —Me burlé abriendo uno de los armaritos que había sobre mi cabeza para sacar una taza.

—Pues las mismas que tú —contraatacó ella y yo reí levemente.

—La verdad es que he preferido no mirarme al espejo —bromeé mientras me servía algo de café y esta vez fue mi amiga la que rió.

—Al menos no tenemos resaca —apuntó.

—Sí, parece que hemos aprendido a moderarnos —Tomé asiento junto a ella—. Bien por nosotras. —Alcé mi taza y la choqué con la de Faith antes de beber un poco.

—¿Cuáles son tus planes para hoy? —Se interesó.

—Ayer le prometí a Liv que iríamos a comer juntas y luego ya veré. —Me encogí de hombros.

—Ya es algo tarde —murmuró mi amiga, mirando el reloj que había en la cocina.

—Lo sé, pero necesitaba algo de cafeína para despejarme —Alcé la taza una vez más—. En cuanto termine me ducharé y arreglaré.

—¿Liv vendrá a buscarte? Si no puedo dejarte el coche, hoy no tengo pensado salir. —Se ofreció.

—No hace falta —Negué con la cabeza—. Ella vendrá a buscarme.

—Está bien. —Asintió.

—¿Tú no tienes pensado hacer nada hoy? —De nuevo bebí un poco de café.

—No —Negó con la cabeza—. Afortunadamente este fin de semana no me he traído nada de trabajo a casa, así que puedo aprovechar para recuperarme de la fiesta de ayer —Se levantó de su silla—. Y lo primero que voy a hacer va a ser tumbarme en el sofá a ver series.

—Me gusta tu plan —aseguré—. Quizás me una a ti más tarde.

—Genial —Sonrió dejando la taza en el lavavajillas—. Podríamos hincharnos a palomitas, como en los viejos tiempos. —Me guiñó un ojo.

—Suena bien. —Sonreí yo también.

—Pues ya tienes planes para esta tarde —dijo antes de salir de allí.

Yo me terminé el café y también dejé la taza en el lavavajillas antes de salir de la cocina para adentrarme en mi habitación y meterme directa al baño, donde me di una ducha rápida que me ayudó a acabar de despejarme. Al salir envolví mi cuerpo en una toalla y me dirigí hacia el vestidor para buscar algo que ponerme.

El día era bastante caluroso, así que opté por un vestido rosa pálido con estampado de flores y de tirantes que me llegaba un poco por encima de la rodilla que combiné con unas simples sandalias blancas. Sin duda mis pies agradecían el zapato plano después de haber pasado ayer tantas horas llevando tacones.

Tras haberme cambiado volví al baño para poder maquillarme. Apliqué algo de corrector en las zonas que lo necesitaba y después me limité a darle algo más de volumen a mis pestañas con el rímel y maquillar mis labios con un pintalabios de un tono rosa bastante discreto. Una vez lista solté mi pelo del moño en el que lo había recogido para evitar mojármelo en la ducha y dejé que cayese libremente sobre mis hombros.

Lo recogí todo y regresé a la habitación para hacer la cama y guardar mis cosas en el bolso que llevaría, pero mientras hacía esto último mi móvil empezó a sonar sobre mi mesita de noche, despistándome. Dirigí mi vista hacia la pantalla y sonreí al leer el nombre que aparecía en ésta. Sin pensármelo demasiado respondí al instante.