Sesenta y cuatro; Retroceso

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—Gracias por traerme. —Me volví hacia el asiento del conductor, donde se encontraba Tony.

—No hay problema —Negó con la cabeza—. Jordan vendrá a buscarte más tarde para tu cita con la psicóloga. —Me recordó.

—Lo sé. —Asentí dedicándole una pequeña sonrisa.

—Parece que no nos ha seguido nadie —comentó mirando por el retrovisor.

—Se habrán cansado después de más de una semana. —Enarqué una ceja.

—Ya... no creo que vayas a tener tanta suerte. —Se burló.

—Lo sé —Suspiré y cogí mi bolso, colgándolo de mi hombro—. En fin, nos vemos esta noche en mi casa. —Posé la mano sobre la manilla, dispuesta a abrir la puerta.

—Gracias por invitarnos, por cierto.

—Ni las des —Negué con la cabeza—. Es mi forma de agradeceros que me aguantéis —bromeé haciéndole reír.

—Nos vemos. —Se despidió.

—Adiós —dije antes de bajar del coche.

Recorrí el corto camino que llevaba hasta la puerta de la casa que tenía delante y llamé al timbre, siendo recibida de inmediato por mi prima pequeña, que sin mediar palabra alguna conmigo se precipitó sobre mí para abrazarme.

—Dios, como te he echado de menos —confesó haciéndome reír.

—Como si no estuvieses acostumbrada a tenerme lejos...

—Sí, pero como últimamente pasábamos tanto tiempo juntas... —Se justificó al apartarse de mí— Y encima volviste justo cuando nos habíamos ido para visitar al padre de Mason. —Se quejó.

—Yo también te he echado de menos. —Le aseguré sonriente.

Me volví un segundo y vi como Tony arrancaba el coche para irse de allí.

¡Bair!

En cuanto escuché la vocecita de Aden llamándome me giré de nuevo y pude verle a varios metros de nosotras, aferrándose al marco de la puerta del salón.

—¡Pero si es mi chico! —exclamé.

Chris sonrió y se hizo a un lado para dejarme pesar y no dudé en acercarme a él para poder cogerlo en brazos y besar su mejilla.

—¿Es posible que haya crecido muchísimo en cuestión de un mes? —Me volví hacia Chris, que estaba cerrando la puerta.

—Cuando son tan pequeños crecen por minutos. —Se encogió de hombros y se acercó a nosotros.

—Ya, eso es verdad —Miré de nuevo a Aden—. No quiero ni imaginarme cómo estará Ivy cuando vuelva a verla —comenté al volver a dejar al pequeño sobre el suelo.

—He visto las fotos que han ido publicando Liv y Dan y es monísima.

—Sí —Asentí sonriente—. Tienen intención de venir en agosto, así que igual la podrás ver entonces.

—Genial —Sonrió—. Bueno, tú ve al comedor con Aden que yo voy a terminar de preparar las cosas. Sigues sin poder tomar café, ¿verdad?

—Nada de café. —Negué con la cabeza.

—De acuerdo. —De nuevo asintió y se alejó por el pasillo para entrar a la cocina.

—Vamos al salón, Aden. —Le animé, colocando mi mano sobre su pequeña espalda con cuidado.

Shi. —Asintió y empezó a andar con algo de torpeza hacia donde se encontraban sus juguetes.

—¿Estabas jugando con los bloques? —Le pregunté al sentarme junto a él en el suelo.

All These Years • jb [3]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt