Noventa y cinco; Yate

1.7K 166 35
                                    

—Tuviste una idea genial —comentó Liv.

—¿Verdad? —Sonreí antes de volverme hacia el frente, donde el mar se abría a nuestro paso.

Unos días antes de nuestro viaje se me había ocurrido la idea de alquilar un yate para poder disfrutar del último día del año. A mis amigos les había encantado mi propuesta, así que no dudé en reservar aquel en el que nos encontrábamos. Habíamos embarcado prácticamente nada más levantarnos y, tras disfrutar de un delicioso desayuno en una de las cubiertas, Liv y yo habíamos decidido tomar un poco el sol en la parte delantera de la embarcación, donde había un espacio con unas especies de colchonetas habilitado para ello.

—Gracias por invitarnos, por cierto.

—No tienes que darlas, idiota —Negué con la cabeza—. El plan no habría sido el mismo sin vosotros.

—Bueno, si hubieseis venido Justin y tú solos habríais estado bastante más tranquilos. —Esbozó una mueca y señaló con la cabeza hacia la planta superior del barco, desde donde se escuchaba con total claridad a Harper y Alex, haciéndome reír.

En la parte más alta del barco había un jacuzzi y Dan había que tenido que parar a sus hijos nada más llegar, ya que parecían estar dispuestos a saltar a éste de inmediato. Después de desayunar habían subido acompañados por su padre, que se había metido con ellos en el jacuzzi, y Faith, que había escogido la zona de sofás que había allí para leer un poco.

—Así nos divertimos —Me encogí de hombros—, aunque creo que Justin lo habría hecho de todas formas. —Alcé una ceja al ver tres motos de agua pasar junto a nosotros, en las que iban mi novio y mis dos guardaespaldas.

—Parecía un crío abriendo su regalo de Navidad cuando las ha visto —comentó mi mejor amiga, mirando en la misma dirección que yo.

—Es que le encanta subirse en esos cacharros.

—A Faith y Dan también, siempre alquilaban varias motos de esas con sus amigos cuando iban a la casa de Miami con sus padres.

—Y mientras tanto nosotras conformándonos con ir al cine —bromeé haciendo reír a mi mejor amiga.

—Es lo que tiene no haber nacido en una cuna de oro —Se encogió de hombros—. Bueno, sé que Justin tampoco lo hizo, pero lleva ganando un dineral desde los quince años o así. —Esbocé una mueca.

—Te he entendido. —Asentí sonriendo.

—Pero bueno, ahora nos toca a nosotras vivir la buena vida, ¿no? —Alzó una ceja.

—Por supuesto. —Alcé mi mano y ella la chocó conmigo.

—Oye, ¿tienes algo de protector solar? —Me pidió—. Creo que el mío me lo he dejado en la bolsa con las cosas de los niños y no me apetece ir a por él.

—Claro —Me incorporé y alcancé la pequeña mochila que había traído conmigo—. Lo debo tener por aquí —murmuré mientras empezaba a sacar algunas cosas.

—¿Te has traído la libreta de canciones? —Me preguntó curiosa cuando vio que la dejé a un lado.

—Sí, la suelo llevar a todas partes porque nunca sabes cuando se te puede ocurrir alguna idea. Aquí está. —Al fin di con el protector y se lo entregué.

—¿Y se te ha ocurrido algo estando aquí? —Me sonrió antes de abrir el protector para echarse un poco en la mano.

—Bueno, sí —Sonreí—. Anoche escribí algo.

—Hmmm... —Empezó a untar su cuerpo con la crema— ¿Te vino la inspiración después de una buena sesión de sexo? —Enarcó una ceja y yo agité la cabeza sonriente—. No lo niegues que vi como Justin te comía con la mirada durante la cena, hubo un momento en el que pensé que te secuestraría y todo —bromeó haciéndome reír.

All These Years • jb [3]Where stories live. Discover now