Ochenta y dos; Felicidad

2.4K 225 56
                                    

—Vaya... —Una voz a mis espaldas hizo que me girase y en cuanto vi a Justin entrando a su despacho sonreí— Vendría a trabajar más que encantado si te encontrase en mi despacho siempre —comentó acercándose a mí también sonriente.

—¿Eso es una oferta de trabajo? —bromeé apoyándome en su escritorio.

—Puede ser. —Amplió su sonrisa al llegar frente a mí y dejó unos papeles sobre la mesa antes de rodear mi cintura con sus brazos.

—Hmm... Creo que sería demasiada distracción para ti. —Apoyé mis manos sobre su pecho.

—Podría lidiar con ello. —Me aseguró antes de terminar con la distancia que nos separaba y besarme.

—¿Qué tal la reunión? —Le pregunté sonriente tras separarnos.

—Bien —Asintió contento—. Todo está listo para el lanzamiento de la semana que viene. —Me aseguró mientras rodeaba el escritorio para ocupar su asiento.

—Genial. —Le sonreí.

—Termino de hacer un par de cosas y nos vamos. —Me prometió.

—Tranquilo, tenemos tiempo —Me senté y miré la hora en mi reloj de pulsera—. La casa no está demasiado lejos y no hemos quedado hasta dentro de un rato.

Habían pasado varias semanas desde mi regreso a Los Ángeles y hacía varios días que ya tenía en mi posesión las llaves de mi nueva casa. Y aunque todavía faltaba un poco para que me mudase de forma oficial, ya que aún faltaba que me llegasen algunas pertenencias que había dejado en Houston, había pensado en celebrar una pequeña cena en la casa para poder enseñársela a mis amigos y, además, darles a Jordan y Addison una buena oportunidad para anunciar que iban a ser padres.

Tal y como me había prometido Justin, apenas unos quince minutos después estábamos saliendo ya del edificio, siendo recibidos por varios paparazzi que nos habían seguido a mí y a mis guardaespaldas hasta allí. Como sospeché desde un principio, los medios se habían hecho eco de mi regreso a Los Ángeles el mismo día que había llegado, mediante varias fotos mías en la fiesta de la discográfica que algún invitado se había encargado de filtrar; sin embargo, Justin y yo habíamos podido disfrutar de algunos días de paz antes de que me pillasen en mi búsqueda de vivienda. Tras aquello, tan solo les bastó con seguirme para descubrir donde me estaba alojando hasta encontrar mi propia casa y el caos se desatase.

—¿Cómo estáis, chicos? —preguntó uno de ellos al acercarse a nosotros nada más poner un pie en la calle.

—Justin, ¿algo que comentar sobre el incidente del otro día? —intervino otro.

Miré de reojo a Justin porque lo último que queríamos era que lo sucedido se repitiese, pero él parecía estar intentando mantener la calma, con su vista puesta al frente.

Obviamente la gente no era tonta y, aunque ni Justin ni yo nos habíamos pronunciado sobre el asunto hasta el momento, todo el mundo había dado por hecho que estábamos juntos de nuevo. Teniendo en cuenta quienes éramos y que nuestro supuesto affaire había sido uno de los argumentos más utilizados por los abogados de Nate en su defensa, nuestra relación había sido el cotilleo principal tanto en programas de televisión como en los portales y revistas del corazón o las redes sociales, donde habíamos llegado a ser tendencia cada vez que fotos nuestras o cualquier nueva "información" aparecía. Por todo esto el acoso de la prensa se había intensificado más de lo normal, nos era imposible dar un paso en Los Ángeles sin tener a varios fotógrafos detrás de nosotros, estuviésemos o no juntos. El incidente que acababa de mencionar aquel paparazzi había sucedido hacía apenas un par de días, justamente donde nos encontrábamos, aunque en esa ocasión Justin iba solo.

All These Years • jb [3]Where stories live. Discover now