Diecinueve; Conversación a medias

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25 de octubre

—Sé que ya te lo dije el sábado, cuando todos vinimos a verla, pero la casa es genial —comentó Liv mientras yo terminaba de maquillarme, arrancándome una pequeña sonrisa.

—Sí, creo que escogimos bien. —Asentí antes de aplicar algo de rímel a mis pestañas, para darles más volumen.

—Y lo mejor es que estás a poco más de cinco minutos en coche de mi casa. —Me guiñó un ojo a través del espejo del baño y yo reí.

—Teniendo en cuenta que antes vivíamos a unas seis horas en avión sí que es una ventaja —bromeé volviendo a guardar la máscara de pestañas.

—Los niños me han preguntado esta mañana cuándo podían volver. —Me confesó.

—¿De verdad? —Sonreí.

—Sí —Asintió—. Les gustó mucho la piscina.

—Lo pude notar cuando Harper le pidió a Dan que fuese a buscar su bañador —comenté algo divertida antes de empezar a pintar mis labios en un tono granate.

—Lo que le gustó a Dan fue lo de la sala de cine.

Fruncí ligeramente el ceño al escuchar aquello, pero terminé de pintar mis labios antes de hablar.

—¿No tenéis algo parecido en el salón de vuestra casa? —pregunté observándome en el espejo para comprobar que me había maquillado bien.

—Sí, pero dice que cuando se pone a ver alguna peli allí los niños están siempre por medio y bueno, en parte tiene razón. —Torció sus labios en una mueca.

—Entonces, ¿qué? ¿Se vendrá aquí cada vez que quiera ver una película tranquilo? —bromeé empezando a recogerlo todo.

—No —Liv sonrió negando con la cabeza—. Me ha propuesto transformar una de las habitaciones que no usamos en una sala de cine.

—¿Os vais a meter en dos reformas a la vez? —Alcé una ceja.

Mi amiga me había comentado que quería hacer algunos cambios en una de las habitaciones para cuando el bebé naciese.

Ella suspiró y asintió.

—Prefiero hacerlo todo a la vez y ahora que no cuando esté ya de ocho meses.

—Bueno, en eso tienes razón. —Asentí.

—Blair —Nate apareció por allí, interrumpiendo nuestra conversación—. Si no nos damos prisa llegaremos tarde.

—Tranquilo, ya estoy. —Le aseguré a la vez que cogía mi perfume para echármelo en las muñecas y en el cuello.

—Sí, yo tengo que irme también —comentó Liv mirando la hora en su reloj de muñeca.

—¿Has quedado con Dan en la clínica? —Le pregunté al salir del baño para coger mi bolso y guardar en éste mi móvil, junto al resto de mis pertenencias.

Hoy mi mejor amiga tenía cita con la doctora para que le hiciesen una ecografía y una serie de pruebas para asegurarse de que todo iba bien.

—Sí, hoy tenía una reunión y no le daba tiempo de pasar por casa. —Me explicó.

—Sentimos no poder quedarnos con los niños, pero hace un par de semanas que tenemos esto acordado. —Se disculpó Nate cogiéndome de la mano para salir de allí.

—No te preocupes —Liv negó con la cabeza—. La madre de Dan está encantada de quedarse con ellos —Sonrió—. Además, lo vuestro también es importante.

All These Years • jb [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora