All These Years • jb [3]

Cincuenta y seis; Todo va a ir bien

—¿Ya está todo? —Me preguntó Justin tras meter mi bolsa en el maletero del coche.

—Sí, lo he comprobado y no nos dejamos nada. —Asentí.

—Pues vamos, no sea que Liv nos eche bronca por llegar tarde —bromeó tras cerrar el maletero, haciéndome reír.

—Nah... —Negué con la cabeza a la vez que abría la puerta del copiloto— A mí me lo perdonaría. Además, vamos muy bien de tiempo.

—Bueno, pues si alguna vez llegamos tarde le diremos que es por tu culpa —dijo él tras sentarse frente al volante.

—Ah, qué bien, ¿no? —dije sarcásticamente mientras me abrochaba el cinturón.

—Claro. —Me sonrió a la vez que arrancaba y yo negué con la cabeza.

Miré por la ventanilla como nos alejábamos de la casa e inevitablemente suspiré.

—Ha sido un buen fin de semana, ¿verdad? —Me volví hacia Justin.

Él asintió sonriente y me miró fugazmente.

—Sí, bastante relajado.

—Era justo lo que necesitaba, la verdad.

No habíamos hecho gran cosa, a decir verdad, nos habíamos dedicado a disfrutar de la paz que nos brindaba aquella zona bastante privada y ayer por la noche habíamos salido a dar una pequeña vuelta por el vecindario, aunque no por demasiado tiempo porque no queríamos que nadie nos viese por allí juntos.

Justin posó su mano sobre mi muslo, llamando mi atención, y al girarme hacia él vi como me dedicaba una pequeña sonrisa antes de centrarse de nuevo en la carretera.

—Lo sé —Asintió—. Supongo que a los dos nos ha venido bien olvidarnos de todo por un par de días.

—Lástima que se acabe ya. —Sonreí débilmente.

—Bueno, aún es domingo. —Me recordó Justin.

—Lo sé, pero probablemente en la barbacoa me preguntarán por el asunto, así que... —Me encogí de hombros— Que en realidad lo entiendo y sé que solo lo hacen porque se preocupan por mí —Me apresuré a decir—, pero pasar de no tocar para nada el tema en un par de días a eso... —Torcí mis labios en una mueca.

—Siempre podemos escaparnos y volver —bromeó Justin, haciéndome reír.

—Suena bien, pero te recuerdo que tú mañana tienes que trabajar.

—Podría escaquearme. —Se encogió de hombros y yo sonreí negando con la cabeza.

—Empiezo a pensar que soy una mala influencia para ti, ya te escaqueaste del trabajo a principios de semana. —Le recordé.

—Bueno, pues ya no va de otra, ¿no? —Quiso restarle importancia y yo reí una vez más— Scooter hace el trabajo muy bien —apuntó él.

—Scooter va a acabar odiándome si sigues haciendo esto.

—O no... no tiene por que enterarse de que es por ti —apuntó él.

—¿Con lo que hablan él y Rick crees que no se enteraría de que estás conmigo en lugar de trabajando?

—Touché.

—Lo dicho, que te toca trabajar —Me encogí de hombros—. Además, a mí me toca volver a la realidad también. —Me recosté en el asiento.

—Sabes que puedes venir siempre que quieras, ¿verdad? O sea, no hace falta que sea conmigo ni que pases la noche aquí ni nada, puedes venir unas horas para despejarte. Tienes las llaves, así que... —Se encogió de hombros.