Sesenta y uno; ¿Tú me quieres?

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Conduje por el largo camino que llevaba hasta la casa, cuya puerta se abrió cuando aparqué el coche junto a uno de los de Justin.

Algo nerviosa saqué las llaves del contacto y tras coger mi bolso del asiento del copiloto salí del vehículo. Mi vista se dirigió de inmediato hacia la entrada de la casa, donde Justin me esperaba cruzado de brazos. Cerré el coche y me acerqué a él.

—Hey... ¿Acabas de llegar? —Señalé su camisa, con un par o tres de botones desabrochados.

—Sí, había salido a cenar con unos amigos —Pasó una mano por su pelo, observando como yo subía las escaleras que llevaban al pequeño porche—. ¿Por qué has venido? —Me pregunté finalmente, cuando estuve delante de él.

—Quería hablar contigo —confesé—. ¿Puedo? —Señalé el interior de la casa.

—Claro —Asintió y se hizo a un lado—. Pasa, pasa. —Me animó.

—Gracias —Sonreí levemente y finalmente entré en la casa, observándolo todo casi inconscientemente—. Hacía bastante que no entraba aquí —comenté ahora con una sonrisa triste adornando mi rostro.

—Oh... es verdad —Justin cerró la puerta a sus espaldas—. La verdad es que tampoco he cambiado muchas cosas, solo algunos muebles. —Se encogió de hombros.

—Sí, más o menos está como la recuerdo —murmuré aún observando la entrada.

El ruido de un correteo interrumpió el silencio en el que nos sumimos tras mis palabras y al girarme hacia mi izquierda distinguí a una pequeña bola de pelo acercándose a nosotros.

—Esther —Amplié mi sonrisa al verla y no dudé en agacharme para cogerla en brazos, siendo recibida con algunos lametones que me hicieron reír—. Sí, sí... yo también te he echado de menos. —Le dije entre risas, apartándola de mí.

—¿Te apetece tomar algo? —Me ofreció Justin adentrándose un poco más en la casa.

—Emm... no, gracias, estoy bien. —Negué con la cabeza, volviendo a dejar a Esther sobre el suelo para poder seguirle hasta el salón.

—¿Qué tal ha ido hoy? —Se apoyó en el respaldo de uno de los sofás que había allí y me miró cruzándose de brazos— Te he enviado un mensaje antes, pero no me has contestado. —Noté como su ceño se fruncía un poco.

—Lo sé, lo he leído —Asentí y dejé el bolso sobre un mueble que había a un lado de la estancia—, no te he contestado porque quería hablar contigo en persona.

—¿Ha pasado algo? —Su tono pasó a ser algo preocupado y en esta ocasión fui yo la que frunció el ceño.

—Eso quiero saber yo —confesé confundiéndole—. ¿Qué te pasa conmigo, Justin? Porque no entiendo este cambio de actitud de la nada. —Me crucé de brazos quedando frente a él.

—No...

—Ni se te ocurra decir que no pasa nada —Le corté—. Los dos sabemos que eso es mentira.

Justin me mantuvo la mirada por unos segundos, pero no pudo aguantar más de unos segundos y terminó girando la cabeza a la vez que soltaba un largo suspiro. Le observé esperando a que dijese algo, pero al ver que no tenía ni la más mínima intención de hacerlo me acerqué un poco más a él y llevé mi mano hasta su mejilla, obligándole a volver a mirarme.

—Justin... —Su nombre salió de mis labios en un susurro— Dime qué pasa, por favor. —Le pedí acariciando su rostro.

Él me miró durante unos segundos y sin que me lo esperase hizo chocar sus labios con los míos. A pesar de la sorpresa no tardé demasiado en reaccionar a su gesto y le seguí el beso de inmediato, abriendo un poco la boca para dar paso a su lengua. Las manos de Justin se posaron sobre mi cintura y me acercó aún más a él, logrando arrancarme un jadeo que rompió nuestro beso.

All These Years • jb [3]Where stories live. Discover now