Sesenta y ocho; Promesa

2.4K 206 74
                                    

—Buenos días. —Saludé a mi madre nada más entrar a la cocina, donde ella se estaba tomando un café mientras revisaba algo en su teléfono.

—Buenos días, cariño —Me sonrió cuando me acerqué a ella para besar su mejilla fugazmente—. ¿Cómo te encuentras? —Me miró con detenimiento.

—Bueno —Me encogí de hombros y me senté junto a ella, dejando mi bolso sobre la pequeña mesa—, esta noche he vuelto a tener una pesadilla, supongo que ha sido por revolverlo todo.

—Puede ser —Asintió conforme conmigo—, pero últimamente no eran tan frecuentes, ¿no? —Le dio un sorbo a su café.

—Van y vienen —admití—. O sea, durante esta semana si que he tenido algunas menos, pero no me atrevo a decir que ya van a menos.

—Bueno, poco a poco. —Acarició mi brazo y yo le sonreí.

—¿Papá sigue durmiendo? —Le pregunté algo extrañada.

Mi padre era bastante madrugador y era raro que siguiese en la cama después de las nueve, ni siquiera durante el fin de semana.

—No, ha ido a hacer algunos recados.

—Oh, vale. —Asentí dirigiendo mi mirada hacia mi móvil.

—¿Los chicos vienen ya a por ti?

—Según lo que me ha dicho Tony sí —Volví a mirarla—. Deben estar al caer. —Miré hacia la puerta de la cocina que daba hacia el pasillo.

—¿Justin y tú tenéis pensado hacer algo después de desayunar? —Quiso saber.

Anoche, cuando me despedí de Justin antes de que su Uber llegase para llevarle a su hotel, me invitó a desayunar con él en su hotel y así poder hablar con más tranquilidad; algo a lo que yo accedí de inmediato, ya que como era obvio en la cena con mis padres no habíamos podido hablar para nada de nuestra relación.

—No lo sé, la verdad —admití—. Me gustaría salir a dar una vuelta o algo, pero al ser sábado habrá bastante gente y por la calle y lo último que quiero es que empiecen a molestarnos, por no hablar de la prensa. —Esbocé una mueca.

—Bueno, esta semana no has tenido problemas con fotógrafos, ¿no?

—No, pero es que apenas he salido de casa estos días —Le recordé—. Supongo que quizás se cansaron de hacer guardia y por eso ayer no les vi el pelo, pero como hoy me encuentren y encima con Justin...

—Menuda se liaría, ¿no? —Me miró algo divertida.

—Y después de lo que se filtró la semana pasada ni te cuento —añadí yo y mi madre soltó un largo suspiro—. ¿Qué pasa? —La miré curiosa.

—Nada, es que me sabe mal que os tengáis que esconder como si estuvieseis haciendo algo malo.

—Y a mí también —Le aseguré—, pero prefiero ahorrarme más rumores sobre una supuesta relación entre nosotros.

—Ya, porque que Justin se declarase durante el juicio no fue suficiente, ¿no? —preguntó algo divertida, arrancándome una leve sonrisa.

—Fue más que suficiente —Asentí—, pero no quiero darles más motivos para que sigan especulando, al menos no hasta que se haya dictado sentencia.

—Lo sé, lo entiendo.

—Además, esto solo les daría más motivos para molestar a Justin cuando vuelva a Los Ángeles.

—Cariño, estoy bastante segura de que encontrarán cualquier motivo para molestarle. —Medio bromeó al levantarse para dirigirse hacia el fregadero.

All These Years • jb [3]Where stories live. Discover now